La ortiga es una planta herbácea de la familia de las Urticaceae. Es originaria de Europa, Asia y África, pero se ha naturalizado en todo el mundo. Se caracteriza por sus hojas ovaladas y sus tallos pilosos que, al contacto con la piel, provocan una sensación de picazón. (otra planta medicinal que te puede interesar es: Beneficios curativos de la hoja santa)
A pesar de su picor, la ortiga es una planta medicinal con una larga historia de uso en la medicina tradicional. Es una planta rica en vitaminas, minerales y otros nutrientes, que le confieren propiedades antiinflamatorias, diuréticas y antihistamínicas convirtiéndola en un remedio natural eficaz contra múltiples enfermedades.
No sólo funciona como un espléndido agente depurativo y diurético, sino que también presenta propiedades astringentes, hemostáticas, mineralizantes y estimulantes del sistema circulatorio. Su versatilidad queda patente en su uso para múltiples dolencias, como trastornos respiratorios y digestivos, anemia, reumatismo, gota y problemas urinarios.
Principios activos de la ortiga
Las espinas de la planta de ortiga contienen histamina (1%) y acetilcolina (,2% a 1%). Estas sustancias químicas también las produce naturalmente el cuerpo humano y actúan en nuestros sistemas circulatorio y digestivo como mensajeros de los impulsos nerviosos del sistema nervioso autónomo.
Las hojas son muy ricas en sales minerales, especialmente de hierro, fósforo, magnesio, calcio y silicio, que las hacen diuréticas y depurativas. Contienen también vitaminas A, C y K, ácido fórmico, tanino, y otras sustancias.
La ortiga proporciona una serie de aplicaciones internas y externas
En infusión para tratar problemas renales, en jugo fresco para calmar la tos o escaldada en ensaladas para aumentar la ingesta de hierro, esta versátil planta sirve para una amplia gama de problemas de salud. También resulta eficaz en uso tópico, aliviando el reumatismo, las hemorroides y las dolencias cutáneas.
Entre sus diversas propiedades son destacables su acción diurética, depurativa y alcalinizante. Además de ser vasoconstrictora, astringente y emoliente. Es por esta última por la que se recomienda en las afecciones crónicas de la piel, especialmente los eccemas, el acné y las erupciones. También se usa contra la caída del cabello. Limpia, regenera y embellece la piel.
La mayoría de los productos de ortiga se elaboran a partir del tallo y de las hojas sobre todo para aliviar alergias, otros problemas respiratorios y también para la salud de la piel. Las raíces pueden ayudar a aliviar trastornos en el sistema urinario.
Preparada en decocción, ha demostrado su eficacia contra afecciones como la nicturia, la poliuria y la retención urinaria, así como diversas afecciones bronquiales.
Cuidado capilar y digestivo: otros aspectos resaltantes
La ortiga no se limita a la esfera medicinal; también se convierte en aliada para el cuidado capilar, combatiendo la caspa y regulando la grasa. Es un excelente estimulante del aparato digestivo, favoreciendo la digestión y tiene efectos laxantes, ayudando a hacer de vientre y limpiar el intestino.
- Infusión de hojas de ortiga para tratar el estreñimiento: (Un puñadito de hojas de ortiga por un litro de agua, tres tazas al día)
- Infusión de raíz de ortiga para tratar la diarrea: las infusiones de las raíces de ortigas, servían justo para el efecto contrario: antilaxante.
Dado que también podría ser buena para eliminar las toxinas de la sangre, es normal que se la recomienda para el colesterol, la diabetes o para eliminar el exceso de ácido úrico. A su vez, se le atribuyen efectos no totalmente comprobados para rebajar el nivel de azúcar en sangre, favorecer la expulsión de piedras en los riñones y mejorar la circulación.
Precauciones
Es una planta segura para la mayoría de las personas. Sin embargo, se recomienda consultar con un médico antes de tomar ortiga si se está embarazada, se está amamantando o se tiene alguna condición médica.
Con información del Debate