La osteoporosis es una enfermedad crónica y progresiva que afecta a los huesos.
Los deja tan frágiles que pueden fracturarse por caídas simples o durante actividades que requieren un mínimo esfuerzo.
Es una enfermedad silenciosa; cuando se manifiesta (debido a una fractura) ya lleva años de avance, pues no da síntomas.
Este padecimiento afecta a más de 10 millones de mexicanos, de los cuales 18 % son mujeres entre 35 y 60 años de edad.
Se estima que en México, para el 2050, la cantidad anual de fracturas de cadera llegará a los 110,055 casos. Lo que representa más de cinco veces la cifra registrada en el 2005, que era de 20,725.
La osteoporosis continúa siendo un problema de salud pública, pues afecta a una gran cantidad de mexicanos, y cada vez habrá más problemas óseos debido al envejecimiento poblacional.
“Afecta a una gran cantidad de la población, e implica un costo importante para el país, ya que deja una incapacidad en la mayoría de los pacientes que se fracturan”, alerta el Dr. Alejandro Vázquez Alanís, presidente de la Asociación Mexicana de Metabolismo Óseo y Mineral.
El 20 % de quienes se fracturan fallece el primer año a consecuencia de los huesos rotos. La prevención es importante, así como el diagnóstico oportuno y el apego al tratamiento.
¡Biotecnología al rescate!
Los últimos 35 años la piedra angular del tratamiento de la osteoporosis han sido los bifosfonatos, un grupo de medicamentos (algunos orales, otros intravenosos) que disminuye la pérdida de hueso.
Pero ahora existen medicamentos más amigables con el paciente en términos de administración, frecuencia pero, sobre todo, eficacia.
Hay un medicamento, que recientemente llegó a México, que no solo detiene la pérdida ósea, sino que construye hueso nuevo, destaca el Dr. Max Saráchaga, director médico de Amgen México.
Romosozumab es un osteoformador que trabaja de forma dual: por un lado ayuda en la formación de hueso y, por otro, reduce la pérdida ósea.
Se ha demostrado a través de estudios clínicos que este osteoformador ha llegado a reducir en un 73% el riesgo de fractura vertebral en pacientes con osteoporosis posmenopáusica.
“La construcción de hueso se aprecia pronto. El Romosozumab se inyecta una vez al mes durante un año. Posteriormente se toma un medicamento que previene la pérdida, para que ese hueso que se construyó se conserve. Es lo que se conoce como tratamiento secuenciado, es decir, se inicia con un formador de hueso, por un tiempo limitado, y se continúa con un medicamento que mantenga ese hueso”, agregó el especialista.
Este osteoformador es una innovación muy necesaria no solo en México sino en el mundo. Pues cada 3 segundos se presenta una fractura por dicha enfermedad, según la Fundación Internacional de Osteoporosis.
“Ante este panorama es de suma importancia la prevención, el diagnóstico oportuno y el tratamiento óptimo para prever el desarrollo o avance de esta enfermedad”, precisó Saráchaga.
El origen
Aunque la osteoporosis la padecen las personas mayores, sobre todos las mujeres postmenopáusicas, se dice que es una enfermedad pediátrica. Y algunos especialistas van más allá y la consideran un padecimiento obstétrico, pues se gesta desde el vientre materno.
Y es que en la conformación del hueso del bebé juegan factores como los niveles de vitamina D de la madre gestante, el calcio que ingiere o su salud durante el embarazo.
Entre los 12 y los 21 años viene otro importante momento en la construcción del hueso. Es la etapa em que popularmente se dice “está embarneciendo”.
La construcción de ese hueso depende de variables como información genética, ejercicio, exposición al sol, dieta.
A los 20-22 años el hueso alcanza su máximo punto.
Quien haya hecho ejercicio desde la infancia, haya tenido una dieta adecuada sobre todo en calcio y se haya expuesto al sol (entre otros factores) habrá construido hueso de excelente calidad.
Actualmente en México
Pero en México los adolescentes no están formando un esqueleto robusto.
“Ahora los chicos hacen menos ejercicio que en el pasado, se exponen menos al sol que en el pasado y tienen dietas inadecuadas. Sobre todo en calcio, así que al llegar al momento en el que más hueso tenemos, que es como a los 20-22 años, no alcanza su potencial máximo y con el tiempo vendrán los problemas”, explica el director médico de Amgen México.
“Después de los 20 años, el hueso se mantendrá hasta donde llegó. Por ahí de los 35 años inicia la pérdida de hueso, y al llegar a los 50, sobre todo las mujeres, la pérdida de hueso se acelera. Esto ocurre porque se va perdiendo la función ovárica y el ovario produce estrógenos, que son protectores del hueso”, precisa el especialista.
“Los adolescentes deben hacer ejercicio, exponerse al sol y tener una dieta adecuada en calcio. Es como una cuenta de banco, entre más saldo tengas, a la hora que tengas que hacer retiros más tarde llegarás al momento de riesgo, es decir, de tener huesos débiles”, comentó Max Saráchaga.
Detección oportuna, la clave
Para conocer el estado de los huesos existe la densitometría, el nombre que se le da a unos rayos x que revelan la densidad ósea.
Es un examen indoloro y rápido que hace un escaneo a los huesos para revisar si están sanos o no y, una vez teniendo el resultado, el médico tratante podrá establecer una indicación terapéutica adecuada para la persona en cuestión que puede incluir diversos tratamientos farmacológicos como los bifosfonatos y/o medicamentos biotecnológicos de última generación como un osteoformador.
La densitometría debe realizarse cuando la mujer se acerca a la menopausia (48 años, aproximadamente), pues a partir de esa etapa habrá una pérdida de hueso acelerada.
“El estudio puede hacerse antes si ya no hay función ovárica por la razón que sea. También debe hacerse de manera temprana cuando el hombre o la mujer usan medicamentos que debilitan el hueso como cortisona y esteroides”, indica el director médico de Amgen México.
Si hay un diagnóstico de osteoporosis se deben hacer cambios inmediatos en el estilo de vida.
Cuando hay un diagnóstico se pueden tomar dos rutas o combinarse
Debe eliminarse el sedentarismo (una caminata vigorosa de 20 minutos tres o cuatros veces a la semana es suficiente)
Además reducir o eliminar el consumo de tabaco, refrescos, café y alcohol y exponerse media hora al día al sol.
El hueso se mantiene sano por infinidad de razones y una de ellas es el sol, pues la vitamina D se fabrica en la piel por la acción de la luz solar. Con que el sol toque a diario por media hora la piel de cara, cuello, pecho y brazos es suficiente.
La osteoporosis es crónica y progresiva y lejos de estar controlada, amenaza con salirse de control. Proyecciones aseguran que en México, para el 2050, el 37 % de la población mayor de 50 años padecerá esta enfermedad.