Recomendaciones para el cuidado de los pies en estos días de descanso y diversión.
Como para cualquier otra persona, el verano representa la oportunidad de tomar unas vacaciones también para los pacientes con diabetes. Quizá la única diferencia sea que, para poder gozar plenamente del descanso y la diversión, ellos deben reforzar sus cuidados habituales: especialmente, aquellos relacionados con la buena salud de sus pies.
Caminar por la playa, nadar en la alberca, subir una montaña, andar en bicicleta, son algunas de las actividades que se antojan para estos días. En el caso de los pacientes con diabetes, el disfrute de cada una de ellas implica un esfuerzo adicional para evitar lastimaduras y complicaciones derivadas del daño a los nervios y la mala circulación de la sangre, problemas regularmente asociados a su padecimiento.
En México, del total de individuos con diagnóstico previo de diabetes, 38 por ciento reporta ardor y/o dolor en los pies y 7 por ciento úlceras en piernas o pies, lo que ubica a ambas complicaciones entre las más frecuentes a consecuencia de esta enfermedad.
El daño a los nervios a consecuencia de la diabetes puede disminuir la sensibilidad de los pies al dolor, calor o frío. Esta pérdida de sensación a menudo hace posible que no se detecte a tiempo una lesión: puede que el paciente traiga una piedra en el zapato o le salga una ampolla y no se dé cuenta sino hasta que ya tenga una herida que, muy probablemente, también provoque una infección en la piel.
La mala circulación impide la curación de estas heridas e infecciones. A esto se suma el hecho de que el exceso de glucosa en la sangre alimenta a los microbios causantes de la infección, lo que hace que empeore, con el consecuente riesgo de que se extienda y llegue a tener consecuencias fatales.
A la par del cuidado general de la diabetes, existen medidas prácticas que hacen posible que los pacientes tomen el control del cuidado de sus pies en el día a día y en temporadas especiales, como las vacaciones. Aquí algunas de ellas:
Camine para ayudar a su circulación: cada dos horas en viajes por carretera y cada hora en viajes en avión
Calce sandalias o zapatos deportivos para la playa o el agua para prevenir lesiones
Use protector solar en la parte de arriba de los pies para evitar quemaduras
Mantenga la sangre en circulación aun en reposo: ponga los pies en alto, mueva dedos y tobillos, no cruce las piernas por mucho tiempo
Revise sus pies diariamente, en busca de cortes, llagas, manchas o hinchazón
Lávese los pies todos los días con agua tibia y séquelos bien
Aplique crema humectante si tiene la piel seca, pero sólo en el empeine y la planta (nunca entre los dedos)
En esta temporada de vacaciones de verano, los pacientes con diabetes se divierten y descansan, pero su enfermedad no. Por eso, es muy importante que refuercen sus cuidados, específicamente los relacionados con los pies. En caso de dolor, calambres, cosquilleo, resequedad, ardor o dolor en piernas o pies, se recomienda consultar en cuanto sea posible al médico, de preferencia, al podólogo, el especialista en pies.
La prevención y atención oportuna de estas complicaciones asociadas a la diabetes evita consecuencias de mayor gravedad y aumenta la posibilidad de que el paciente, con los debidos cuidados, pueda seguir disfrutando de una buena calidad de vida.