¿Padeces cataratas y miopía y/o astigmatismo? Este nuevo lente te resuelve todo
Las cirugías de catarata con un lente intraocular brinda mayor claridad óptica y disminuye la incidencia de complicaciones postoperatorias.
Las cirugías de catarata con un lente intraocular de última tecnología son una realidad en México; este dispositivo brinda mayor claridad óptica y disminuye la incidencia de complicaciones postoperatorias.
La causa número uno de ceguera adquirida —pero reversible— en el mundo es la catarata. En México cada año 309 mil personas la desarrollan.
La catarata es una condición en donde el cristalino —el lente natural dentro del ojo que altera los rayos de luz— se nubla, lo que ocasiona visión borrosa o menos colorida. “Alguno de los más grandes pintores de la historia al final de su vida utilizan colores más chillantes porque son cataratosos” explica el doctor Eduardo Chávez Mondragón, jefe del Servicio de Cirugía de Segmento Anterior del Instituto de Oftalmología Fundación Conde de Valenciana, una institución de Asistencia Privada sin fines de lucro.
Otros síntomas son la visión doble, la sensibilidad a la luz o la dificultad para ver bien de noche y la percepción de tonos amarillentos en los colores.
A la opacidad del cristalino se le conoce como catarata.
La catarata puede ser congénita (de nacimiento) o adquirida y se presenta en cualquier etapa de la vida. “Hay bebés que nacen con catarata por algún problema genético o la adquieren por una infección en el embarazo” explica el doctor Chávez Mondragón, oftalmólogo con una amplia trayectoria en cirugía de cristalino.
Aunque existen infinidad de razones para su aparición (uso de fármacos como la cortisona, diabetes o golpes y traumatismos) los países latinos tienen más predisposición porque hay un grave problema de salud metabólico, la diabetes, enfermedad que provoca catarata adquirida. “La mayoría de los pacientes son seniles y/o viven con diabetes” precisa el especialista.
Aunque la catarata tiene diversos orígenes y se presenta de múltiples formas porque el cristalino se opaca en diferentes sitios, el resultado es el mismo: mala visión y, sin tratamiento, ceguera. “Puede opacarse en el centro, y conforme avanza, pues se ve menos; empiezan las caídas, las fracturas de cadera, etc.”
La cirugía de la catarata es uno de los procedimientos quirúrgicos más comunes; cada año se realizan en el mundo casi 22 millones de intervenciones.
En una intervención quirúrgica mínimamente invasiva se retira el cristalino (el lente natural que ya se opacó) y en su lugar se coloca un lente intraocular (LIO) que no solo elimina la catarata, sino que también corrige la miopía, el astigmatismo, la vista cansada y la hipermetropía.
“Estas lentes corrigen estos cuatro fenómenos ya sea que se presenten juntos, revueltos o por separado” puntualiza Eduardo Chávez.
Aunque los LIO han sido el pilar del tratamiento para las cataratas durante largo tiempo, se siguen viendo avances tecnológicos; uno de ellos es este nuevo LIO, que se introduce mediante un sistema de suministro precargado.
El dispositivo se asemeja a una pluma; dicha pluma posee un inyector que se activa con un gas que empuja el vástago que dirigirá el LIO al lugar adecuado.
Aunque la lente mide seis milímetros, la herida por la que se inserta es de dos milímetros, pues los LIO están doblados y se desdoblan una vez que el especialista los coloca en el globo ocular.
Este es el primer y único sistema de inyección de lente precargado, automatizado y desechable. Esas características facilitan una colocación precisa de la LIO en el saco capsular, y tanto el material como el diseño del lente impiden el crecimiento de un tipo de células que ocasionan una mala visión.
Esta tecnología tiene poco tiempo en México, y en el XXXIV Congreso Panamericano de Oftalmología que se llevó a cabo en Cancún, Quintana Roo en mayo pasado, se presentaron los primeros pacientes mexicanos operados con esa técnica.