Cuando pensamos en alimentos de emergencia, lo primero que viene a la mente son productos enlatados o barras energéticas. Pero existe una alternativa ancestral, más nutritiva y duradera: el Sampa, un alimento tibetano que concentra todos los nutrientes necesarios para sobrevivir con solo tres bolitas al día.
Originario de tradiciones milenarias, el Sampa es una fórmula de supervivencia hecha a base de granos y miel que puede convertirse en tu mejor aliado tanto en el día a día como en situaciones extremas. El resultado: un alimento altamente energético, fácil de conservar y elaborado con intención comunitaria.
A continuación, te contamos qué es el Sampa, por qué es tan poderoso nutricionalmente y cómo puedes elaborarlo en casa para ti, tu familia e incluso tu comunidad.
¿Por qué el Sampa es ideal para emergencias?
Originalmente elaborado con harina de cebada tostada, el Sampa moderno ha evolucionado para incluir una mezcla de legumbres, cereales, miel y plátano verde.
El Sampa puede almacenar hasta siete años sin perder sus propiedades, siempre que se conserve bien seco y en recipientes herméticos. Además, su valor energético es tal que una bolita equivale a una comida completa, por lo que tres bolitas al día son suficientes para mantenerte activo.
Ya sea en situaciones de supervivencia, caminatas largas o como herramienta de limpieza interna del cuerpo, el Sampa cumple múltiples funciones:
- Proporciona energía sostenida sin necesidad de otros alimentos.
- Ocupa poco espacio y pesa muy poco.
- No requiere refrigeración.
- Puede prepararse en grupo y fortalece el tejido social.
¿Cómo se prepara?
Ingredientes básicos (en proporciones iguales):
- Frijoles rojos
- Garbanzos
- Lentejas
- Maíz seco
- Maní natural
- Plátano verde (requiere pelar 5 kg para obtener 1 kg útil)
- Soya en granos
- Trigo seco (puede sustituirse por quinoa)
- Miel pura
Pasos de elaboración:
- Tostar todos los ingredientes por separado.
- Molerlos (preferiblemente con molino manual).
- Mezclar las harinas en un recipiente no metálico.
- Amalgamar con miel poco a poco hasta formar una masa uniforme.
- Formar bolitas del tamaño de una pelota de golf.
- Secar a la sombra, protegidas de insectos.
- Almacenar en frascos herméticos, de preferencia de vidrio.
Importante: La miel debe agregarse con cuidado. Si las bolitas quedan muy secas, se desmoronan. Si están muy húmedas, se deforman o fermentan.
Un acto de comunidad y conciencia
El Sampa no es solo alimento, es también una práctica espiritual y colectiva. Su preparación en grupo, el cuidado en cada paso y la intención puesta en su elaboración lo convierten en un verdadero acto de amor y autosuficiencia.
Además, este conocimiento es considerado por sus difusores como un regalo para la humanidad. Por eso, el Sampa no se vende, se comparte.