Pasión animal
Ellos no celebran el Día de San Valentín, pero no hay duda de que saben muchas cosas acerca del amor. Los pingüinos papúa machos deben poner mucho empeño para atraer una pareja. Antes de...
Ellos no celebran el Día de San Valentín, pero no hay duda de que saben muchas cosas acerca del amor.
Los pingüinos papúa machos deben poner mucho empeño para atraer una pareja. Antes de que las exigentes hembras escojan como compañero a uno de estos galanes, los machos tienen que encontrar un sitio perfecto para construir el nido.
Los lobos son románticos hasta la médula. Una vez que un macho y una hembra establecen un vínculo afectivo, permanecen juntos de por vida. Por eso las manadas siempre están integradas por una pareja de lobos y sus crías.
Durante la temporada de apareamiento, las ardillas hembras encuentran amor sincero ¡en muchos sitios a la vez! La razón es que estos roedores no practican la monogamia, sino que intentan aparearse con el mayor número de parejas que pueden.
Los mochuelos de madriguera se acicalan para reforzar su vínculo. Estas pequeñas aves son muy valientes porque anidan y duermen en madrigueras subterráneas. Para ahuyentar a los depredadores, imitan el sonido de la serpiente de cascabel.
Los osos polares son solitarios por naturaleza, pero incluso ellos hacen una excepción ocasional. Una vez al año, durante la temporada de apareamiento, buscan un compañero del sexo opuesto.
Las cebras macho son unos casanovas y mantienen un harén de hembras, pero a todas les prodigan muchos mimos y atenciones; además, les encanta estar juntos y acicalarse mutuamente.
Las parejas de tigres siberianos pasan hasta siete días juntos, retozando con deleite. Una vez que la hembra queda preñada, se separan y cada uno sigue su camino. Durante el resto del año prefieren vivir y cazar solos.