Los monstruos y las atmósferas góticas parecen acomodarle como anillo al dedo al cineasta español J. A. Bayona (quien dirigirá una nueva secuela de Jurassic World), quien hace unos años sorprendió con su ópera prima El orfanato.
Así lo demuestra su reciente drama familiar vuelto fábula oscura Un monstruo viene a verme, una cinta con una atractiva estética expresionista sobre un niño que vive solo con su madre, quien padece cáncer y cuya salud va menguando paulatinamente.
Aunque el drama planteado suena a algo ya visto y tratado en innumerables ocasiones, la virtud de Bayona es sumergir al espectador al interior de los miedos de su joven personaje principal, quien se niega a aceptar ante sí mismo la abrumadora realidad que se le avecina (es fácil adivinar hacia dónde va la película), mediante una inmersión a una atmósfera fantástica y un monstruo que le debe mucho al cine de Guillermo del Toro.
Conor (Lewis McDougall) es un chico de 12 años que vive solo con su madre (Felicity Jones) en Inglaterra. Aislado del resto de sus compañeros de escuela (de hecho, sufre abusos), tiene que hacerse cargo de la casa cuando su madre se somete a terapias para combatir el cáncer que padece, lo cual la deja mal por unos días. Hasta que la situación se vuelve cada vez más difícil provocando que intervenga su abuela (Sigourney Weaver), planteándole que él debe mudarse con ella, aunque él no la soporta, pues su padre ha iniciado una nueva vida en Estados Unidos.
Conor tiene una pesadilla recurrente que involucra a su madre y un socavón que se forma repentinamente. Un día, el viejo y gigantesco árbol que ve desde su ventana aparentemente cobra vida y llega hasta él en forma del monstruo que le da título a la película. Este gigante le advierte al niño que regresará en tres ocasiones, a las 12:07, para contarle igual número de historias. A cambio, la cuarta vez Conor deberá contarle a él una historia, la de su pesadilla.
El monstruo, lejos de asustar, está ahí para ayudar a Conor, quien nunca se arredra con su presencia.
El diseño es cortesía del mexicano Eugenio Caballero (oscareado por su trabajo en El laberinto del fauno), y la voz pertenece a Liam Neeson, quien le da una profundidad abismal y un aura de eternidad al personaje.
Tal vez la película tenga algo en contra: el público. Los muy pequeños quizá se pierdan, los adolescentes tal vez la consideren para muy pequeños y los adultos quizá la vean como una fantasía para niños.
Javier Pérez, tomado de cinepremiere.com.mx
Descubre por qué no debes quedarte sentado más de lo necesario.
La salud neurológica es una preocupación creciente en todo el mundo, con un notable aumento…
El sueño es un proceso biológico fundamental para la salud física y mental. Cuando este…
Aunque puede ser difícil de describir, este síntoma suele ser la señal de que algo…
Un microbioma intestinal saludable podría ayudar a las personas con EII, pero ¿deberían los probióticos…
Aprende consejos prácticos y encuentra 15 ideas fáciles para mantenerte en el camino hacia una…
Esta web usa cookies.