La menta no solo se usa para dolores estomacales o de cabeza, también es ideal para tratar pieles grasas donde constantemente aparecen imperfecciones.
La menta tiene su origen en la región mediterránea y gracias al imperio romano se propagó por el mundo.
Esta planta tiene flores de color violeta o blanco y puede medir hasta medio metro y su característico olor se debe a sus aceites esenciales. Dentro de las plantas medicinales más comunes en el mundo se encuentra la menta.
Además de usarse en la cocina, también se utiliza en la medicina y en la cosmética por sus propiedades.
Esta hierba tiene su propia historia dentro de la mitología romana. Todo comenzó con Minthe, una ninfa del océano que se enamoró de Hades, el señor de los muertos, cuando se enteró de este romance, Perséfone -la esposa de Hades- lanzó toda su ira contra Minthe, por lo que al alcanzar a la ninfa en la arena, la pisoteó hasta triturarla en pequeñas hojas verdes.
Minthe hubiera desaparecido por completo, pero el aroma refrescante que emitía mientras era pisoteada calmó a Perséfone. Así fue como la ninfa se convirtió en la planta de la menta que hoy conocemos.
La menta contiene grandes cantidades de minerales y vitaminas, principalmente en sus hojas. También tiene propiedades antisépticas, antifungicidas, antiinflamatorias y analgésicas.
Por todas esas razones no solo se usa como remedio para dolores estomacales o de cabeza, también es ideal para tratar pieles grasas donde constantemente aparecen imperfecciones.
Las pieles grasas y las mixtas combaten la resequedad y los agentes externos mediante la sobreproducción de sebo. Ese exceso de grasa ocasiona el desarrollo constante de puntos negros, espinillas, poros abiertos y brillo.
La menta, como parte de una rutina diaria con productos skincare que la contengan, ayuda a mantener la humedad y funciona como un refrescante de la piel. Los productos con menta ofrecen estos beneficios a las pieles grasas: Efecto astringente.
Limpia a profundidad, regula la inflamación y equilibra la grasa Antibacteriano. Evita la propagación de la bacteria Propionibacterium acnés, la cual se queda atrapada dentro de los poros y allí se reproduce, así que inflama y enrojece la piel no es comedogénico.
No obstruye los poros y evita la aparición de bultos de grasa o espinillas
Si tu piel es grasa es importante que no te exprimas las espinillas, ya que esto podría ocasionar una marca que puede ser más difícil desvanecer con el tiempo.
Prevé la aparición de imperfecciones con un lavado de rostro por la mañana y por la noche con un shampoo especial para piel grasa. Después aplica una loción humectante ligera y libre de aceites que refresque tu piel.
También es ideal el uso de un suero hidratante que mantenga los niveles adecuados de agua en la piel, controle el brillo y evite la deshidratación profunda.
Al menos una vez a la semana usa un exfoliante con partículas de cuarzo pulidas que no dañan la piel y poco a poco remueven las células muertas, así como una mascarilla que regule la cantidad de grasa y suavice la piel.
Fuente: Ash Natural Concept.
