Pocas mujeres con síntomas asociados a la menopausia van al médico
Los síntomas relacionados a la menopausia pueden incluir relaciones sexuales incómodas y dolorosas, así como problemas en las vías urinarias.
La menopausia puede desencadenar una amplia variedad de síntomas, pero no todas las mujeres los presentan todos, pues tienden a desarrollarse en distintos momentos. Algunos se desarrollan cuando comienza el proceso; otros hasta uno o dos años después de la última menstruación. En cada caso, existen varias opciones para aliviar las molestias.
“Cuando una mujer atraviesa por la menopausia, el cuerpo experimenta un descenso importante en la cantidad de la hormona estrógeno que produce”, explica la Dra. Stephanie Faubion, experta de la Clínica de la Salud Femenina de Mayo Clinic. “Esa pérdida de estrógeno puede conducir a muchos síntomas que afectan las vías urinarias y la zona genital”.
Los síntomas de esto pueden incluir:
Además de la sequedad posterior a la menopausia, los tejidos vaginales, por lo general, se afinan y pierden su elasticidad; debido a esos cambios, las relaciones sexuales puede no solamente ser incómodas, sino dolorosas. Todos esos síntomas, en conjunto, se conocen como síndrome genitourinario de la menopausia (GSM, por sus siglas en inglés).
Según la Sociedad Norteamericana de Menopausia, hasta 45% de las mujeres presentan síntomas del síndrome genitourinario de la menopausia después de atravesarla, lo que incluye dolor con las relaciones sexuales por sequedad vaginal. No obstante y pese a que existe ayuda, menos de 25% de esas mujeres acuden al médico para intentar hacer algo al respecto.
Algunas mujeres usan un lubricante vaginal, producto de venta libre que debe aplicarse antes de la actividad sexual para que las relaciones sean más cómodas y placenteras. Cuando el lubricante no basta, hay que considerar usar también un humectante vaginal. Ese producto puede igualmente adquirirse sin receta médica en la mayoría de las farmacias y se aplica en la vagina cada dos o tres días para mantenerla húmeda.
Si pese a usar el humectante y el lubricante todavía fuese incómodo o doloroso mantener relaciones sexuales, debe hacerse una cita para hablar con el proveedor de atención médica acerca de las terapias de venta bajo prescripción que existen para la sequedad vaginal.
Ese profesional puede recomendarte un tratamiento con dosis bajas de estrógeno vaginal, cuya presentación es en distintas formas, incluido una crema que se aplica dos veces por semana o un anillo que se introduce en la vagina y se reemplaza cada tres meses.
Otra alternativa es un medicamento oral llamado ospemifeno, que es un modulador selectivo del receptor del estrógeno (SERM, por sus siglas en inglés) y está autorizado para el tratamiento de las relaciones sexuales dolorosas debido al síndrome genitourinario de la menopausia.
Si bien este medicamento es una alternativa para la mayoría de las mujeres, no se recomendable para quienes tienen cáncer de mama o alto riesgo de desarrollarlo.
El proveedor de atención médica puede ayudar a encontrar un tratamiento para la sequedad vaginal, según síntomas y preferencias personales, así como antecedentes médicos y familiares.
También puede hablar con la paciente respecto a cualquier otro síntoma de la menopausia que pudiese tener y conversar sobre la forma de aliviarlo. La terapia hormonal, que continúa siendo el tratamiento más eficaz para los sofocos y los sudores nocturnos relacionados con la menopausia, es adecuada para muchas mujeres; aunque su aplicación depende de la edad, del tiempo transcurrido desde que empezó la menopausia y del historial médico personal, entre otros factores.
“Siempre consulta con un experto para decidir lo que es mejor para ti”, subrayó la Dra. Faubion.