Aprovecha todos los beneficios para la salud de los superalimentos con esta guía.
Las verduras contienen tanto antioxidantes liposolubles (nutrientes que nuestro organismo absorbe mejor cuando se acompañan de una grasa) como hidrosolubles (los cuales se separan o liberan al preparar la comida en agua). Aprovecha todos los beneficios para la salud de los superalimentos con esta guía del médico y científico alimentario Bradley Bolling.
Zanahorias
Cómo: pélalas con mucho cuidado, úntales aceite y ásalas.
Por qué: los saludables poliacetilenos contenidos en las zanahorias se concentran cerca de la superficie, así que corres riesgo de perderlos si pelas demasiado las zanahorias. Estos compuestos son liposolubles,
y podrás aprovecharlos si hierves las zanahorias o las cueces al vapor; sin embargo, estas verduras saben mucho mejor asadas.
Cebolla
Cómo: pícala en trozos, déjala reposar 15 minutos y luego ásala a 190 o 200 °C por 20 minutos.
Por qué: cuando dejas reposar una cebolla picada, en toda ella se forma una enzima que crea compuestos de azufre benéficos para la salud. Asarla preserva las sustancias fitoquímicas, y ofrece la ventaja de dar a la cebolla un dulce sabor a caramelo.
Perejil
Cómo: prepara tabule.
Por qué: el perejil es rico en flavonoides, sobre todo apigenina, un anticancerígeno potencial, y el tabule es rico en esta hierba. “La gente suele usar el perejil como guarnición, pero en el tabule puedes comerlo en mayor cantidad”, señala Bolling.
Maíz
Cómo: asa dos elotes (mazorcas); luego separa los granos y añádelos a un caldo de verduras con hierbas frescas como tomillo y albahaca para hacer una sopa nutritiva.
Por qué: el maíz asado tiene mucho más sabor. Cocinarlo y servirlo en caldo extraerá y conservará sus nutrientes hidrosolubles.
Pimientos
Cómo: úntales un poco de aceite y ásalos a la parrilla.
Por qué: así romperás las paredes celulares de la planta y liberarás más nutrientes. El aceite acentúa el sabor y ayuda al organismo a absorber los valiosos carotenoides.