Que la enfermedad “estar sentado” no te contagie. ¡Actívate!
Tu objetivo debe ser reducir el tiempo que pasas sentado cada día por lo menos una hora. Evita la falta de actividad y activa tu cuerpo.
No hay estadísticas precisas sobre el tiempo que pasamos sentados, pero una encuesta británica halló que más de 3,000 de las personas entrevistadas pasaban la mayor parte del día sentadas.
Tu objetivo es reducir el tiempo que pasas sentado cada día por lo menos una hora.
Eso no significa que tienes que cambiar mucho tu agenda diaria o añadir algo a tu lista de pendientes, aunque puedes hacerlo si lo deseas. Al intercambiar momentos sedentarios por periodos de movimiento, te activarás más, te sentirás mejor y vivirás más.
En México, los habitantes de las ciudades grandes caminan, en promedio, menos que quienes viven en poblaciones más pequeñas. Piensan que usar el transporte público implica caminar. A diferencia de nuestros antepasados, pocos hacemos trabajo físico del amanecer al atardecer.
Mediante inventos como controles remotos, lavavajillas, aparatos eléctricos, correo electrónico y compras por Internet, nos alejamos casi por completo de la actividad física, tanto que algunos expertos calculan que quemamos al día hasta 700 calorías menos que hace 30 años.
Como la vida moderna requiere de poco esfuerzo físico, el ejercicio tiende a ser una actividad recreativa (caminar, trotar, andar en bicicleta), pero dados los estilos de vida cada vez más generalizados, niños, jóvenes, adultos y viejos pasan al día más tiempo sentados, sea, en la escuela, el trabajo o la casa.
En los últimos 50 años, los niveles de caminar y andar en bicicleta se redujeron a más de la mitad.
Con estas estadísticas, no sorprende que las básculas del 70% de los mexicanos marquen sobrepeso u obesidad. Y ni qué decir tienen los índices de diabetes mellitus (primera causa de muerte en nuestro país), hipertensión, apoplejías y otras muchas graves enfermedades más vinculadas con la vida sedentaria.
Como el pan blanco y los cereales están refinados y fortificados con vitaminas y minerales, debemos reforzar el cuerpo con actividad perdida gracias a máquinas y aparatos. Esta dosis diaria de ejercicio es tan esencial para la salud del corazón como los nutrientes que obtiene con una dieta saludable.
La importancia del ejercicio es que cuando caminas, podas el jardín o vas caminando al supermercado, tu corazón es más eficiente, bombea más sangre con cada latido y desempeña el trabajo con menos estrés y tensión. El ejercicio diario regular detiene la enfermedad cardiaca en frentes específicos.
La actividad física limpia las arterias, las mantiene en buen estado. En un estudio reciente de más de 500 personas entre 40 y 60 años, los investigadores hallaron que la actividad física está inversamente relacionada con la formación progresiva de placa en las arterias carótidas.
La gente que jugó golf o trabajó en el jardín uno o dos días a la semana, tuvo arterias más limpias que la que no desempeñó una actividad recreativa.
El ejercicio quema calorías y tú pierdes peso o al menos no lo aumentas.
Un estudio reciente indicó que entre la gente cuyo IMC promediaba 41 (muy obeso), la que perdió 7% de su peso corporal mediante ejercicio regular, recuperó una presión sanguínea y niveles de triglicéridos saludables y la inflamación de sus arterias se redujo entre 25% y 33%, a pesar de que su IMC aún era 38 (demasiado alto).
Varios estudios confirmaron que no necesita ser delgado para estar bien.
El efecto principal y más importante del ejercicio es elevar los niveles de colesterol LAD “bueno” y reducir así los niveles de colesterol total.
Múltiples estudios revelaron que añadir ejercicio a una dieta para perder peso no sólo aumentó el colesterol LAD, sino también los beneficios del programa para perder peso, y redujo triglicéridos y presión sanguínea.
En un estudio de 280 mujeres, investigadores de EUA hallaron que las que dejaron de fumar y se ejercitaron, tuvieron probabilidad doble de no volver a fumar y pesaron menos que las que dejaron de fumar sin ejercitarse.
Según la Organización Mundial de la Salud, la inactividad causa 2 millones de muertes anualmente en el mundo y es factor principal de cáncer de colon y de mama, diabetes y enfermedad cardiaca.
La excusa más común que da la gente para no hacer ejercicio es la falta de tiempo. Un examen más a fondo revela que la gente trabaja hoy menos horas que las que se trabajaban hace 150 años.
Utilizamos aparatos que nos ahorran minutos, pero literalmente nos quitan años de vida, al robarnos oportunidades para mantener el cuerpo fuerte y en buen estado físico. Usa un poco los músculos en lugar de usar una máquina.
Estos intercambios son saludables para el corazón.
Ahora ya lo sabes, la manera en que nos vemos es el reflejo de cómo nos cuidamos. Desde la alimentación hasta nuestra condición física. Toma en cuenta estos puntos y desarrolla un buen hábito de salud.
Extraído de “30 minutos al día para un corazón sano”, Selecciones