Muchas supersticiones están relacionadas con los besos, los que, según se dice, no siempre son señal de amor o afecto. Se cree que un beso trae buena suerte; por ejemplo, quienes buscan trabajo con frecuencia besan el sobre que enviarán para pedir colocación.
Los jugadores de fútbol envían besos al aire después de anotar un gol; antes de una carrera de caballos, los apostantes besan el billete de la apuesta.
El beso es una señal sagrada, por eso es tan significativo cuando el novio besa a la novia. Esta costumbre probablemente proviene de Asia Menor. Para mostrar su lealtad, los súbditos besaban la mano de los mandatarios o el suelo sobre el que caminaban.
Actualmente, cuando el sacerdote dice: “Puede besar a la novia”, está anunciando que la ceremonia ha llegado a su fin. El beso sella simbólicamente los votos matrimoniales.
La ceremonia del beso ha variado mucho a través de los siglos. Hace algún tiempo, en Escocia no había novia feliz si el cura no la besaba primero. En otros países se acostumbraba que la novia besara a todos los hombres presentes en la boda.
Con el objeto de evitar la miseria, una tradición indica que la novia debe romper en llanto cuando el novio levante el velo para besarla. Otra costumbre sostiene que las lágrimas de una novia inevitablemente traerán pobreza.
¿Por qué las novias se casan de blanco?
Pocos acontecimientos están tan rodeados de presagios y supersticiones como una ceremonia nupcial, y nadie tiene más necesidad de sentirse protegida que la novia misma.
En bodas formales todavía se observa la vieja regla de que la novia vista toda de blanco (con excepción de algo azul que normalmente va escondido). Las novias usan el blanco porque ha sido la tradición desde hace siglos.
Se dice que el blanco significa la pureza, la inocencia y el candor propios de una novia. Hubo una época en que tal color significaba que ésta aceptaba valores sencillos, aunque ahora ya no se le da esa interpretación al traje blanco de novia.
En la antigua Grecia el blanco era símbolo de alegría, por eso los griegos vestían siempre de blanco en los festivales y llevaban guirnaldas de flores blancas. Antes de las ceremonias de casamiento se pintaban el cuerpo de blanco.
Muchas supersticiones se relacionan con los trajes nupciales de colores que, sin embargo, se usan en muchos otros países. Incluso, existen versos que riman con los colores, producto del ingenio popular, los cuales presagian mala suerte a los contrayentes. Sólo el blanco y el azul escapan a este tipo de augurios negativos.