¿Por qué ocurre este cambio?
El tono verde-azulado del océano se intensifica debido al aumento de fitoplancton (algas microscópicas) en las capas superficiales. Estas contienen clorofila, un pigmento que absorbe luz azul y roja, reflejando tonalidades verdes. Según un estudio de Nature, en los últimos 20 años, el 56% de las zonas oceánicas tropicales y subtropicales han experimentado este fenómeno, vinculado directamente a las emisiones de gases de efecto invernadero.
El calentamiento global estratifica el océano: una capa superficial cálida y menos salada impide que los nutrientes de aguas profundas lleguen al fitoplancton. Esto favorece a especies adaptadas a condiciones de escasez, que se acumulan en la superficie, intensificando el color verde.
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Áreas más afectadas
- 41% del océano ha cambiado de color en dos décadas.
- Las zonas cercanas al ecuador (incluyendo destinos turísticos tropicales) muestran cambios más drásticos.
Implicaciones para humanos y vida marina
- Para las personas: El reverdecimiento en sí no es tóxico, pero está asociado al aumento de floraciones algales nocivas (como la marea roja), que contaminan alimentos marinos y afectan la salud.
- Para los ecosistemas:
- Alteración de la red trófica: Algunas especies de fitoplancton podrían reemplazar a otras, afectando a depredadores que dependen de ellas.
- Zonas muertas: La descomposición del fitoplancton consume oxígeno, creando áreas con niveles críticos para la supervivencia marina.
- Impacto económico: Especies comerciales como el salmón o el atún podrían escasear, afectando pesquerías y mercados.
¿Qué tan grave es la situación?
Los científicos, incluido Chris Robbins de Ocean Conservancy, señalan que:
- El cambio de color es un indicador crítico de alteraciones en la química y biología oceánica.
- La NASA monitorea el fenómeno con el satélite PACE, lanzado en 2024, que analiza reflectancia y clorofila para predecir impactos en los ecosistemas.
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¿Se puede revertir?
La solución principal es reducir emisiones de CO₂ mediante energías limpias. Además, se requiere:
- Monitoreo constante de cambios en la biodiversidad marina.
- Políticas globales para proteger zonas críticas, como arrecifes y manglares.
En resumen: El verde oceánico es una señal de alarma climática. Su impacto dependerá de cómo la humanidad responda en las próximas décadas. 🌊💚
Tomado de RD.com It’s Not Your Imagination: The Ocean Is Getting Greener—Here’s Why