Seguramente has enviado alguna vez un meme, un video gracioso o una imagen tierna a un amigo o familiar. Lo que quizá no sabías es que este pequeño gesto digital tiene un efecto más profundo de lo que parece.
Diversos estudios en psicología y comunicación digital sugieren que compartir contenido en redes sociales o aplicaciones de mensajería fortalece los vínculos, refuerza la empatía y genera un sentido de cercanía, incluso a la distancia.
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No es solo entretenimiento, es conexión
La doctora Shira Gabriel, psicóloga social de la Universidad de Buffalo, ha investigado cómo los comportamientos digitales influyen en las relaciones humanas. Sus hallazgos muestran que enviar un meme o un video a alguien es una forma de decir: “pensé en ti”. Este acto genera una sensación de pertenencia y puede mejorar el estado de ánimo de ambas personas.
En psicología, este fenómeno se asocia al contagio emocional, un proceso por el cual compartimos estados de ánimo con los demás, incluso a través de medios digitales. Así, un contenido gracioso o inspirador puede levantar el ánimo de quien lo recibe… y también de quien lo envía.
El poder del “te comparto porque me importas”
Enviar contenido digital funciona como un “microacto de cuidado”. No se trata únicamente de llenar el chat con videos virales, sino de compartir algo que encaje con la personalidad, los gustos o la situación del otro. Este toque personalizado es lo que refuerza el lazo emocional.
Un ejemplo interesante es el llamado efecto Papageno, observado en comunicación en redes: compartir mensajes positivos, motivadores o esperanzadores puede tener un impacto protector sobre el bienestar emocional, especialmente en personas que atraviesan momentos difíciles.
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Más que memes: un puente emocional
En la era de la hiperconexión, estos pequeños intercambios digitales se han convertido en una forma moderna de cuidado y apoyo. No sustituyen las conversaciones profundas ni los encuentros cara a cara, pero sí son un recordatorio constante de que estamos presentes en la vida de los demás, incluso en medio de agendas saturadas.
Compartir un meme, un video o una imagen no es solo un pasatiempo: es un lenguaje emocional en la era digital. Un simple “esto me recordó a ti” puede ser suficiente para fortalecer un vínculo y mejorar el día de alguien. Así que la próxima vez que encuentres un contenido que te saque una sonrisa, no dudes en enviarlo… nunca sabes el efecto positivo que puede tener.