Los detergentes para ropa contienen sustancias que aflojan, disuelven, dispersan y decoloran la mayoría de las partículas de mugre y manchas en un solo ciclo de lavado. Sin embargo, algunas de ellas resisten el ataque normal por medios químicos o mecánicos.
En muchos casos, estas sustancias son proteínas, como la leche, el huevo o la sangre. Todas son insolubles en agua y se adhieren con fuerza a las fibras del tejido, por lo que los detergentes normales no las penetran.
En las décadas de 1960 y 1970, se agregaron enzimas capaces de disolver la proteína a los detergentes para ropa. Éstos se conocen como detergentes biológicos porque las manchas que pueden remover proceden de seres vivos.
Por un tiempo, los detergentes biológicos no salieron a la venta porque causaban reacciones alérgicas en los obreros que los producían. El problema se resolvió al encapsular las enzimas en gránulos de una sustancia que se disuelve durante el lavado, liberando el ingrediente que digiere las manchas.
Cuando se agregan al agua de lavado, la mayoría de los detergentes alcalinizan el agua, pero algunas manchas, como las de, óxido, sólo desaparecen cuando el agua, es ácida.
Una manera de combatir las manchas de óxido consiste en impregnarlas con jugo de limón, que contiene cerca de 7 % de ácido cítrico, y luego aplicar vapor hasta que la mancha desaparezca.
Una enzima recién desarrollada, llamada lipasa, es capaz de disolver las manchas de grasa, como las de chocolate y mantequilla. El blanqueador oxida muchas manchas difíciles, pero si es muy fuerte puede decolorar las telas y debilitar las fibras.
Algunos desmanchadores químicos anulan mutuamente su acción cuando se mezclan. Es probable que esta incompatibilidad explique por qué el mundo está ala expectativa del detergente perfecto, capaz de desmanchar y dejar como nueva la tela.
¿Por qué el detergente blanquea más la ropa blanca?
Con el tiempo, la mayoría de las telas blancas adquieren un tono amarillento. Para combatir este proceso natural, muchos detergentes contienen lo que los fabricantes llaman blanqueadores ópticos y químicos.
Los blanqueadores químicos, al quitar las manchas abrillantan el color blanco, lo que se logra por la adición de oxígeno o cloro a las sustancias que quitan las manchas (blanqueador oxidante), o quitando el oxigeno de las manchas (blanqueador reductor).
Esta reacción química convierte los agentes colorantes, que manchan, en sustancias químicas incoloras. Los detergentes para ropa suelen contener la cantidad adecuada de blanqueador para quitar las manchas sin decolorar, al mismo tiempo, el color normal de la prenda.