¿Por qué es necesario consumir fibra para una dieta sana?
Si bien la mayoría conoce la fibra por combatir el estreñimiento, este componente presente en frutas, verduras, granos enteros y legumbres, ofrece un sinfín de beneficios.
Con frecuencia, los nutricionistas u otras personas sugieren aumentar la ingesta diaria de fibra, pero pocos son conscientes de sus beneficios para la salud.
Si bien la mayoría conoce la fibra por combatir el estreñimiento, este componente presente en frutas, verduras, granos enteros y legumbres, ofrece un sinfín de beneficios que van más allá de la salud digestiva.
Más que un laxante:
La inulina, las pectinas, las gomas y los fructooligosacáridos son fibras solubles. Su estructura ramificada les permite retener agua formando geles. Son altamente fermentables por la flora intestinal y, por ello, capaces de producir gran cantidad de ácidos grasos volátiles (acetato, butirato, propionato). Contribuyen a aumentar el bolo fecal, incrementando la masa bacteriana de la microbiota.
La celulosa, la hemicelulosa y la lignina son de este tipo. Captan poco el agua, son poco fermentables por la flora intestinal y sus mezclas tienen baja viscosidad. Disminuyen la viscosidad del bolo alimenticio y el tiempo de tránsito intestinal, por lo que son muy útiles de cara a la prevención del estreñimiento.
La recomendación de fibra diaria es de entre 25 y 30 gramos, dependiendo de factores como la edad, el sexo y el nivel de actividad. Es conveniente que provenga de diferentes tipos de alimentos vegetales.
El estudio científico Anibes sitúa la media de ingesta diaria de fibra en la población española entre 12,5 y 17 gramos, muy por debajo de los 25 g/día recomendados por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (Efsa).
Algunos alimentos ricos en fibra son los frijoles, garbanzos, lentejas, brócoli, acelgas, papas, naranjas, calabazas, ejotes, lechuga, zanahorias crudas, espinacas, etc.
Si tu dieta actual es baja en fibra y has tomado la decisión de consumir más para mejorar tu salud, no la aumentes de repente. Así evitarás efectos no deseados como hinchazón, flatulencias y molestias abdominales debidas a que tu cuerpo intenta adaptarse a este cambio repentino.