¿Por qué es tan famosa la falla de San Andrés?
¿Por qué es tan famosa la falla de San Andrés? Su tamaño y su continua actividad sísmica han dado celebridad mundial a la falla de San Andrés, en California. A diferencia de la mayoría...
¿Por qué es tan famosa la falla de San Andrés?
Su tamaño y su continua actividad sísmica han dado celebridad mundial a la falla de San Andrés, en California. A diferencia de la mayoría de las fallas, que son simples fracturas en las formaciones rocosas, esta gigantesca hendidura marca el límite entre dos grandes placas de la corteza terrestre. Con sus 1,100 kilómetros de longitud, se extiende hacia el noroeste desde el golfo de California y penetra en el mar al norte de San Francisco.
A todo lo largo de la falla, la tierra se ve sometida a frecuentes temblores y, en ocasiones, a graves terremotos. Esto sucede porque las dos placas rozan una contra otra al deslizarse lateralmente. La Placa Americana, al este de la falla, es bastante firme y casi no se mueve, pero la Placa Pacífica, situada al oeste, deriva hacia el norte.
Este deslizamiento se ha venido produciendo durante millones de años y continúa a un ritmo de unos cinco centímetros anuales. El movimiento es espasmódico, produce sacudidas y choques a medida que aumenta la presión a lo largo de la falla, y luego cede repentinamente. En esta zona se registran al año más de cien temblores y de vez en cuando hay un gran terremoto. Durante el que sacudió San Francisco en 1906, que alcanzó una intensidad de 8.3 en la escala de Richter, la tierra se deslizó en algunos lugares más de cinco metros.
¿Hasta qué punto son peligrosos los terremotos?
Millones de personas en todo el mundo han perdido la vida en terremotos. El país que quizá más haya sufrido es China: se dice que un terremoto ocurrido en 1556 mató a 830,000 personas, y otro en 1976 cobró 242,000 víctimas. En el terremoto de 1923 en Japón murieron más de 140,000 personas y se destruyeron incontables edificios. También la India ha sido duramente tratada: el sismo de 1737 acabó con unas 300,000 vidas. Las estadísticas son igualmente sombrías en lo que se refiere a Italia, Irán y otros países propensos a los terremotos.
Los sismos ocurridos en Norteamérica hasta la fecha han matado a muchas menos personas. El de 1906 en San Francisco derrumbó la ciudad, pero sólo murieron unas 700 personas, muchas de ellas en los incendios a que dio lugar. El terremoto de 1964 en Alaska alcanzó 8.5 en la escala de Richter y alteró definitivamente unos 200,000 kilómetros cuadrados de territorio, pero sólo 131 personas perdieron la vida.
Los porqués de la Naturaleza