Bebés, niños, adolescentes, adultos, ancianos. La incidencia del Covid-19 en las personas no distingue sexo, edad o clase social, pues el virus afecta de igual manera a hombres y mujeres pero, la tasa de mortalidad es mayor en los hombres.
Estudios han revelado que los varones mayores tienen hasta el doble de posibilidades de enfermarse gravemente y morir que las mujeres de la misma edad.
Aunque actualmente se desconoce si las respuestas inmunitarias contra el CoV-2 difieren entre los sexos, y si tales diferencias explican la susceptibilidad masculina al Covid-19, una creciente evidencia científica indica diferencias de sexo en los resultados clínicos de la enfermedad por coronavirus.
Más allá de los resultados que en el corto plazo se obtengan al respecto, se sabe que el sistema inmunitario femenino es más resistente que el masculino.
Las mujeres desarrollan respuestas inmunológicas más rápidas y fuertes. Una explicación apunta a que sus cuerpos están preparados para combatir los patógenos que amenazan a los niños no nacidos o recién nacidos.
El responsable de esta respuesta inmune más robusta sería el estrógeno, hormona sexual femenina que estimula el sistema inmunitario y combate los agentes patógenos con mayor rapidez y efectividad.
Los resultados del estudio ‘Diferencias de sexo en las respuestas inmunitarias que subyacen a los resultados de la enfermedad Covid-19’ realizado en Universidad de Yale y publicados el miércoles pasado en la revista Nature, sugieren que los hombres, sobre todo los mayores de 60 años, necesitarían más de las vacunas para protegerse contra la infección.
“La infección natural está fallando claramente para suscitar respuestas inmunológicas adecuadas en los hombres”, explicó Akiko Iwasaki, inmunóloga de la Universidad de Yale, quien dirigió la investigación.
Los resultados son congruentes con lo que se sabe sobre las diferencias de sexo tras varios desafíos al sistema inmunológico. Durante la epidemia del 2003, ocasionada por el Síndrome Respiratorio Agudo Grave, mejor conocido como SARS, en Hong Kong afectó a un mayor número de hombres que a mujeres.
Estos hallazgos revelan una posible explicación subyacente a los sesgos sexuales observados en Covid-19. También proporcionan una base importante para el desarrollo de un enfoque basado en el sexo para el tratamiento y la atención de hombres y mujeres con esta enfermedad.
Los datos son una de las herramientas más poderosas para guiar la toma de decisiones en materia de salud. Desafortunadamente se carecen de datos comparables para hacer visibles los impactos de las enfermedades en cada género.
