Si cuentas con alguna ave en tu hogar, seguramente has observado que descansa erguida. Esta conducta se replica en aves silvestres que reposan sobre edificaciones o ramas de árboles. Estos seres, equilibrados sobre sus patas, hinchan sus plumas y ocultan la cabeza en su cuerpo, aparentando estar indiferentes a su entorno. Además de los pájaros, algunos mamíferos también descansan de pie, aunque por breves períodos y en distintos momentos del día y la noche. Vacas, caballos, elefantes y alces son ejemplos de ello.
¿Qué comparten en común? Su instinto de supervivencia: todos permanecen alerta ante posibles depredadores. Adoptan una postura vertical para, en caso necesario, poder huir rápidamente.
Y cuando se encuentran en un lugar seguro, muchos optan por recostarse para dormir y disfrutar de un sueño más profundo y reparador.
Aunque algunos mamíferos pueden dormir de pie, es en el grupo de las aves donde este fenómeno resulta más común. La supervivencia es la principal razón por la que algunos animales pueden dormir en esta posición. Al ser presas de depredadores, necesitan estar alerta y ser capaces de escapar rápido ante cualquier amenaza.
La expresión «la naturaleza es sabia» se cumple, ya que los animales que pueden dormir de pie cuentan con un sistema anatómico adaptado que les permite mantener el equilibrio sin caer al suelo.
Las aves cuentan con un tendón flexor en sus patas, que se extiende desde la parte frontal de la rodilla hasta la posterior del tobillo, y luego atraviesa toda la garra. Al posarse en una rama o barrote, este tendón provoca el cierre automático de la garra, funcionando como una especie de pinza. Además, tensionan la pata, proporcionándole la rigidez necesaria para evitar caídas. Este sistema, en apariencia complejo, se libera rápidamente cuando el animal necesita emprender el vuelo.
Entre las especies de aves que adoptan la posición de dormir de pie se encuentran la gallina, el canario, la gaviota, el gorrión, la paloma y el vencejo.
Algunas especies de aves, como los flamencos, las cigüeñas o los patos, representan una minoría que duerme apoyándose únicamente en una pata, fenómeno conocido como “mecanismo gravitacional de estancia pasiva”. Distintos estudios han sugerido que esta postura les permite regular la temperatura corporal en épocas frías al reducir la pérdida de calor o disminuir la fatiga muscular. Si estas teorías se corroboran, podría no ser completamente preciso afirmar que las aves duermen de pie únicamente por instinto de supervivencia.
Todos los mamíferos que duermen de pie lo hacen para poder huir de sus depredadores sin perder un segundo. Vacas, caballos, asnos, ciervos, renos, jirafas, elefantes, ñus, alces y bisontes son algunas de las especies que permanecen verticales por todo aquello que pudiera llegar a pasar durante los ratos de descanso.
La anatomía de cada animal es crucial para lograr el equilibrio. Los caballos, por ejemplo, bloquean la articulación de la rodilla y utilizan los ligamentos y tendones para repartir el peso entre sus dos patas delanteras y una de las traseras.
Los animales que duermen de pie tienen un patrón de sueño único. Duermen en intervalos cortos y repetidos a lo largo del día.
Las jirafas duermen de dos a cuatro horas al día, en intervalos de unos 10 minutos. Algunos individuos pueden incluso dormir solo media hora al día. Las jirafas son animales muy cautelosos y mantienen un ojo abierto para estar alerta ante cualquier peligro.
Los elefantes que viven en libertad duermen un máximo de dos horas al día. El líder de la manada es una excepción, ya que puede permanecer despierto durante más de dos días seguidos para proteger al grupo, especialmente a las crías y a los elefantes viejos.
A pesar de que algunos animales duermen de pie, esto no quiere decir que jamás se tumben. Tan solo necesitan sentirse seguros y a salvo de los depredadores. De esta forma pueden conciliar un suelo mucho más reparador y beneficioso que el que obtienen con las sucesivas microsiestas.
Las vacas son un caso curioso. Las vacas duermen de pie durante períodos cortos de tiempo, pero necesitan tumbarse para descansar de forma efectiva. La posición horizontal es necesaria para optimizar el proceso de rumia, que es fundamental para su salud digestiva y general. Además, cuando las vacas se recuestan, mejoran la calidad de su leche, ya que la circulación hacia las ubres aumenta.
Con información de rtve
Una nutrióloga revela los errores más comunes que te impiden alcanzar tu peso ideal.
Con una planificación adecuada y hábitos saludables, puedes participar plenamente en las celebraciones mientras mantienes…
Incorporar ejercicios de equilibrio y fortalecimiento muscular en la rutina diaria es fundamental para un…
Las náuseas son algo con lo que la mayoría de las personas están familiarizadas. No…
¿Sabías que pasamos aproximadamente 2208 horas en el baño a lo largo de nuestra vida?…
Estudios recientes revelan que hasta el 72% de estos cánceres están vinculados al VPH, principalmente…
Esta web usa cookies.