¿Sabías que los primeros golfistas jugaban con bolas lisas?
Los primeros golfistas jugaban con bolas lisas, pero los jugadores solían manifestar predilección por las bolas usadas, pues por una extraña razón parecían llegar más lejos que las nuevas.
En 1908 se patentó la bola que hoy conocemos: una esfera con la superficie surcada por pequeños huecos. En realidad esa especie de hoyuelos lo que pretendían era imitar las bolas de golf gastadas por los golpes de los palos, que habían dejado marcas y agujeros en su superficie. Desde entonces la mejora de rendimiento de las bolas fue notable.
La razón de este cambio está en la resistencia aerodinámica: el avance a través del viento de una bola perfectamente lisa crea una microzona de baja presión en su parte posterior, que aumenta su resistencia y hace que la bola se detenga más pronto. Los huecos impiden precisamente la creación de los torbellinos intempestivos que se observan alrededor de una bola lisa. Si las pelotas de golf fueran lisas sucedería lo siguiente: cuanto más rápido se lanzaran, más resistencia producirían.