¿Caída de cabello? Conoce las causas y tratamiento
Conoce las causas y tratamiento para la caída del cabello. El asunto preocupa, no solo por la belleza, pues puede ser síntoma de enfermedad.
Hay que preocuparse cuando la caída del cabello deja sus marcas en peine, ropa, baño… y poco a poco vamos encontrando espacios calvos en nuestra cabeza.
El asunto es preocupante, no solo por la belleza, pues puede ser un síntoma de alguna enfermedad.
Cuando indagamos acerca de este tema, la primera razón que se menciona es la predisposición genética y luego se habla de otros factores medioambientales, de salud, o asociados al déficit de nutrientes que podrían acelerar este proceso.
Algunas de las causas más frecuentes de la caída del cabello y son:
Las consecuencias de una mala alimentación las sufre todo nuestro organismo, pero principalmente el pelo.
En este caso podría citarse la alopecia por tracción provocada por el abuso de las colas de caballo, y del uso continuado de felpas, ligas y pinzas de mucha presión.
Es favorable reducir el tiempo que permanecemos con el pelo atado. Si no te gusta la melena suelta, es preferible cortarla por la salud de tu cabello.
Entre los posibles maltratos se encuentran también los tratamientos que implican el uso de calor excesivo como son los baños de crema con calor, y el secado del pelo con aire caliente, en ambos casos el perjuicio es al bulbo piloso del folículo capilar y la consecuencia es su debilitamiento y caída de pelo.
Es aconsejable entonces evitar el uso de secadores, o aplicarlos manteniendo el aparato a una distancia prudente moviéndolo en círculos para que el aire caliente no se concentre solo en una zona.
Los productos químicos para permanentes, tintes y decoloraciones también pueden resultar perjudiciales, igual que el champú excesivamente abrasivo. Estos últimos deben emplearse en poca cantidad y nunca más de una vez al día.
Lo mejor es encontrar una fórmula y marca que se adecue a su tipo de cabello, de ser preciso consulte un dermatólogo que te auxilie en esa importante decisión.
Los de dientes muy juntos y puntiagudos y los cepillos duros de cerdas artificiales resultan perjudiciales pues dañan el cuero cabelludo a la vez que arrancan o parten los pelos enredados.
Si tu pelo es fino y tiende a enredarse demasiado, aplique crema de enjuague o acondicionadora en los extremos, ello ayudará en el momento del peinado y evitará el maltrato innecesario.
Ocupa además las peinetas de dientes separados y los cepillos de cerdas naturales.
Los peinados demasiado tirantes o la acción de secarse el pelo frenéticamente con una toalla son igualmente perjudiciales.
Lo mejor es soltarse el cabello y peinarlo de acuerdo a su caída natural, así como envolverlo en una toalla limpia luego del último enjuague y, sin moverla, dejarla absorber el exceso de agua.
Dentro de estas pueden citarse las infecciones, gripes y fiebres que ocasionan la caída de cierta cantidad de pelo en los meses siguientes (1-3 meses) a la enfermedad y el organismo, una vez sano, termina poniéndole remedio por él mismo.
Durante el embarazo algunas mujeres sufren una pérdida significativa de cabello que puede prolongarse incluso unos meses después del parto.
La circunstancia de haber vivido una situación peligrosa, traumática, estresante o de particular trascendencia puede conducirnos a una pérdida del cabello que puede extenderse durante los meses siguientes (1-3 meses).
La quimioterapia ocasiona la caída de casi la totalidad del cabello, pero así como cae de manera inmediata, se recupera luego de concluida la medicación.
Enfermedad tiroidea. Tanto el hipotiroidismo como el hipertiroidismo suelen ocasionar caída de pelo, pero este es el menor de los males en esos casos y es preciso acudir a un especialista para que aborde la enfermedad de manera integral.
La anemia ferropénica o carencia de hierro causa la caída del pelo. Este mal se presenta tanto en hombres como en mujeres, pero las segundas tienen un riesgo mayor si padecen de menstruaciones con abundantes pérdidas.
Una vez diagnosticada es aconsejable estudiar los mecanismos metabólicos de absorción del hierro y el ácido fólico con el propósito de remediar las causas de la carencia de hierro. Su corrección implica la ingestión de suplementos ferrosos, pero es esencial una dieta rica en hierro y vitamina C.