Los folículos pilosos son las estructuras en las que se forman el cabello. A lo largo de la vida cada folículo tiene unos 25 ciclos de crecimiento, dando lugar a igual número de cabellos. Después de eso el folículo ya no producirá ningún pelo.
El ciclo de vida capilar tiene tres fases:
Es la etapa de crecimiento y dura varios años. En condiciones normales alrededor de un 90 por ciento de los cabellos se encuentran en esta fase. Por lo general el cabello crece un centímetro cada 28 días.
Es un periodo de transición de dos a tres semanas en el que se detiene el crecimiento del cabello. Generalmente en esta etapa se encuentra un 3 por ciento del cabello.
Es un lapso de descanso del folículo piloso. Dura unos tres meses hasta que el cabello se desprende para ser reemplazado por uno nuevo. De forma normal, entre un 6 y un 8 por ciento de la melena se encuentra en esa fase.
Debido a que los cabellos se hallan en fases distintas no se nos caen todos al mismo tiempo.
Cuando se habla de caída de cabello se habla de una problemática que indica que el cabello cae en cantidades de más de 100 pelos al día. Así que una pérdida del cabello en otoño quiere decir que se caen más de cien cabellos en 24 horas.
Normalmente se nos caen entre 50 y 150 cabellos por día y tardamos hasta cuatro años en renovar nuestra cabellera en totalidad.
Sin embargo, está comprobado que entre septiembre y noviembre la caída capilar aumenta y se triplica la cantidad que perdemos gracias al ciclo capilar, al número de horas solares a la que nos exponemos y la temperatura, factores que influyen en nuestra secreción de melatonina afectando al cabello.
Pero no hay de qué preocuparse, todo lo que se cae volverá a salir. De hecho la Academia Española de Dermatología y Venereología explica que lo que ocurre es que “se recambia” de manera más aguda.
“Como las hojas de los árboles o el pelo de los animales, el cabello humano también se cae en el otoño. Es nuestra herencia como animales mamíferos que fuimos” precisan.
En ciertas épocas del año el pelo se “recambia” más que en otras. Algunas especies mudan su pelaje de golpe en una sola época, mientras que en el ser humano esa muda es progresiva. Qué suerte ¿no?
Esa caída estacional es normal, pero si se nota una pérdida grave de densidad capilar (que se vea el cuero cabelludo) entonces sí será momento de acudir a un especialista.
Aunque es un proceso normal de renovación del pelo, pues vuelve a nacer transcurridos unos meses sin necesidad de recurrir a vitaminas ni lociones anticaída, no están demás ciertos cuidados.
No hay que olvidarse del maravilloso momento de aplicar una mascarilla nutritiva que prevenga la sequedad. El cabello seco es resultado de las calefacciones y fuentes de calor como los secadores o las planchas del pelo.
Esta temporada no está de más usar productos de humectación profunda; un cabello nutrido jamás lucirá crespo.
Eso ayudará a eliminar el exceso de grasa desde raíz, pero no lo resecará.
Además de la mascarilla hidratante una o dos veces a la semana usa un champú adecuado a tu tipo de cabello.
Elige productos que sean libres de parabenos, EDTA y siliconas. Elige aquellos que contengan activos naturales.
Los acondicionadores también son recomendables, pues evitan que, al desenredar el pelo, sufras los desagradables tirones que, por supuesto, arrancan cabellos.
Antes de ocuparla retira el exceso de humedad con la ayuda de una toalla, de este modo, el impacto del calor sobre el cabello mojado no será tan grande.
No abuses de las planchas y/o rizadores, pues dañan especialmente las puntas, dejándolas secas y frágiles. Si aún no lo utilizabas, es recomendable aplicar un protector de calor siempre antes de moldear el pelo.
El otoño es ideal para utilizarlos, pero lo mejor es reducir su uso o incluso eliminarlos, ya que evitan que el cabello se oxigene correctamente.
No hay que asustarse si en otoño el cabello cae más, lo que hay que hacer es consultar a un dermatólogo, quien determinará si la caída es fisiológica (normal) o patológica (enfermedad).
Fuente: Mane N Tail, Chilli & Chilli, Academia Española de Dermatología y Venerealogía, Laboratorios Normon.
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