¿Por qué solo en el español se usan los signos al inicio y final?
Nuestro idioma es la única lengua en la que los signos de interrogación y de exclamación son dobles, es decir, que se ponen no sólo al final de la frase, sino también al principio.
Sí, nuestro idioma es la única lengua en la que los signos de interrogación y de exclamación son dobles, es decir, que se ponen no sólo al final de la frase, como se hace en el inglés, el francés o el alemán, sino también al principio.
El origen de ambos signos es bastante antigua, el de admiración se veía en manuscritos antiguos medievales, y el de interrogación se lo debemos, según la Real Academia de la Lengua, a la dinastía francesa de los Carolingios, que dominó Europa Occidental del siglo VIII al X.
En sus orígenes ambos signos solo se utilizaban al final de las frases. Después de muchos debates entre académicos se llegó a la conclusión de que el signo de interrogación final no era suficiente.
La idea de ponerlo desde un inicio de las frases era para marcar el tono con el que se tenía que leer, ya fuera preguntando o exclamando.
En 1753 los académicos tomaron la decisión de invertir los mismos signos para utilizarlos al principio de las frases. Pero no se ponían de acuerdo, en un principio se consenso que se tenían que usar solo en las frases largas, después no sabían que tan largas tenían que ser para poder utilizar los signos.
En 1870 la Academia ordenó esto y estableció que todas las preguntas, largas o cortas, tenían que empezar con el signo de interrogación.
El signo de admiración, que después sería nombrado como ‘signo de exclamación’ en los tratados de ortografía, se tardó más en ser reconocido como signo doble, esto ocurrió hasta el año de 1884 .
Fuente: BBC