Por qué tardan en encontrar una vacuna contra el Covid-19

La intensa búsqueda que existe para desarrollar una vacuna contra la Covid-19 a nivel mundial ha impulsado la evaluación de plataformas de tecnología de vacunas a través de nuevos paradigmas para acelerar su desarrollo, marcando así una nueva era para el proceso de vacunas innovadoras.

El esfuerzo que realiza la industria farmacéutica a nivel global en cuanto a la investigación y desarrollo de vacunas en respuesta a esta pandemia no tiene precedentes en términos de escala y velocidad.

Esto representará un cambio fundamental de la vía tradicional de desarrollo de vacunas, que en tiempos normales puede llevar entre 10 a 15 años y ahora, en los escenarios más optimistas, se espera tener una vacuna disponible entre 12 a 18 meses, estimación que, en el mejor de los casos, supone que una o dos de las primeras vacunas que entren en fase de desarrollo tendrá éxito.

Por lo general una de cada diez vacunas experimentales logra la aprobación. Por lo tanto, cuantas más empresas adopten diferentes enfoques para encontrar una vacuna habrá mayores posibilidades de éxito.

El uso de plataformas ya existentes también es una forma de acelerar el desarrollo de vacunas. Por esa razón, la industria farmacéutica se ha dado a la tarea de examinar rápidamente las vastas bibliotecas de activos para utilizar, en asociación con otros, su experiencia y conocimientos para el desarrollo de vacunas seguras y efectivas contra el Coronavirus.

¿Cómo se desarrolla una vacuna?

Las vacunas ayudan a prevenir enfermedades infecciosas potencialmente letales, tales como meningitis, pertussis, influenza y poliomielitis. Las vacunas preparan al sistema inmune para combatir infecciones y prevenir enfermedades. Sus productos biológicos que resultan de una serie de procesos científicos sofisticados y cuidadosos aseguran la calidad de cada aplicación. A continuación enlistamos cómo se elaboran:

1) Producción

• Comienza en el laboratorio con la reproducción de virus o bacterias, donde se controla: la temperatura, el pH, oxigenación, esterilidad, y homogeneidad.
• Dependiendo de la vacuna los cultivos celulares pueden tardar desde 2 días hasta 3 meses.
• Con una pequeña muestra de cultivo celular se pueden producir millones de dosis de vacuna.

2) Purificación

• Los microorganismos son extraídos y sometidos a un proceso que eliminan cualquier rastro del medio de cultivo.

3) Inactivación

• Se inactiva el virus, es decir, que ya no es capaz de causar la enfermedad, permitiendo activar una respuesta inmunológica precautoria por parte del cuerpo.
• El virus inactivado se denomina “valencia”.

4) Formulación

• Se agregan conservadores en dosis pequeñas para garantizar la estabilidad, efectividad y potencia.
• Las vacunas pueden incluir una o varias valencias para proteger en una dosis contra varias enfermedades.

5) Llenado

• Algunas vacunas son liofilizadas (deshidratadas) en forma de polvo para conservar su eficacia. Se usa en vacunas para enfermedades que causan brotes.
• Después se combina el polvo con el diluyente y se vacía en jeringas, que se someten a procesos de inspección para asegurar su calidad.

6) Liberación de lotes

• Durante la producción, Sanofi realiza hasta 1,200 pruebas de laboratorio por lote para asegurar su calidad, además de enviar muestras a autoridades sanitarias para que se sometan a otras pruebas.
• La vacuna se podrá distribuir hasta que cumpla con los criterios de calidad, de lo contrario se destruirá el lote.

7) Empacado y embarque

• Durante el proceso, las vacunas son almacenadas entre 2° y 8°C en condiciones controladas y vigiladas.

La vacuna que se desarrolle para atacar el COVID-19 tendrá que ser accesible a toda la población a través de los sistemas de salud en México como sucede ahora con la aplicación de la correspondiente a la influenza estacional, aunque no está en el esquema obligatorio, señaló el doctor Jorge Castañeda Sánchez, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana.

El gobierno deberá invertir en la compra del producto –una vez que su eficiencia y seguridad hayan sido probadas– e integrarlo el programa nacional de vacunación adicional considerando que después de la influenza H1N1 de 2009 se ha contado con campañas anuales para inmunizar, primero a grupos de riesgo –niños y adultos mayores– y luego al resto de la sociedad, pues no es obligatoria, pero está disponible en la llamada cruzada extra de la Secretaría de Salud, refirió el profesor del Departamento de Sistemas Biológicos.

Reticencia a la vacunación: un reto aún más relevante ante la pandemia

La esperanza de vida ha aumentado entre 15 y 25 años desde la aparición de la vacunación en el mundo. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud alerta que las coberturas se han estancado en los últimos años, por lo que es primordial reivindicar el valor de las campañas de vacunación de tal forma que se cierren las brechas en materia de inmunización.

La reticencia a la vacunación es un problema en crecimiento que atenta contra los programas de inmunización de los países, alertó Dr. Gary Marshall, profesor en la División de Enfermedades Infecciosas Pediátricas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Louisville, quien afirmó que este es un problema mundial muy complejo, que cambia con rapidez y requiere estrategias que permitan mejorar la aceptación de las vacunas, consideradas como los productos médicos más seguros y efectivos del mundo.

Especialistas internacionales reunidos recientemente en la mesa redonda ‘Hacia un mejor control de las enfermedades prevenibles por vacunación basado en el conocimiento’ coincidieron en que la vacunación es uno de los mayores logros médicos de la civilización moderna.

Por ello, es de gran importancia sumar esfuerzos por informar, educar y promover los beneficios de las vacunas como una prioridad en la agenda pública a fin de contrarrestar el avance y las acciones que están dando pie a que resurjan enfermedades controladas o erradicadas en México y el mundo.

Imperativo usar las vacunas ya existentes

En un momento en que las enfermedades respiratorias han ganado relevancia en el interés público global destaca la importancia de protegerse contra la influenza, ya que es una vacuna que se encuentra disponible a nivel mundial.

“La vacunación anual contra influenza está recomendada para toda la población, sin embargo, existen determinados grupos de individuos que tienen una mayor vulnerabilidad al desarrollo de complicaciones asociadas a la influenza como el personal de salud, personas que viven con diabetes, obesidad, enfermedades cardiovasculares y respiratorias, adultos mayores de 60 años y mujeres embarazadas.

De acuerdo con la OMS, uno de cada cinco niños sigue sin ser incluido en los esquemas de vacunación que pueden salvarles la vida, y se calcula que cada año mueren 1.5 millones de niños por enfermedades que podrían prevenirse mediante vacunas actualmente disponibles.

“Es indiscutible que los beneficios de las vacunas son muchos y que evitan entre 2 y 3 millones de muertes anuales. Las vacunas son una de las herramientas más importantes para mantener al mundo seguro, así que es necesario continuar trabajando para que nadie sufra o muera por una enfermedad que pueda evitarse a través de la vacunación” finalizó la Dra. Alejandrina Malacara, directora médica de Sanofi Pasteur en México.