Rachael Malmberg tenía 31 años cuando recibió un diagnóstico mortal. Lucha contra su condición y se ha embarcado en la misión de educar a otros acerca de la segunda causa principal de cáncer de pulmón… y no tiene nada que ver con fumar.
Estaba disfrutando del Día de Acción de Gracias en Florida del 2016, cuando los problemas empezaron. Salió a correr, cuando repentinamente un dolor, desde el cuello hasta las costillas, la detuvo en seco. Tenía 31 años en ese momento y era una atleta consumada.
Poseía gran tolerancia al dolor, y estaba acostumbrada a luchar contra las molestias. Pero cuando su madre notó que Malmberg no podía terminar con su entrenamiento, la convenció de ir al médico. La originaria de Watertown, Minnesota, dijo: Este dolor no respondía a terapia física o al descanso en cama.
“El doctor me dijo que estaba ejercitándome demasiado y debía calmarme”, Malmberg recuerda. “Sabía que no era eso. No estaba haciendo nada fuera de lo normal durante mi entrenamiento”. El dolor empeoró, y después comenzó a sentir inflamación debajo del brazo. También desarrollo bultos en el pecho, pero los doctores concluyeron que eran benignos.
Cuando el dolor en la axila no cedió, Malmberg supo que necesitaba insistir en el problema. Su obstetra declinó la solicitud de realizarse una resonancia magnética de mama. Malmberg voló a Michigan para hacerse el estudio con otro doctor. “Mi pecho lucía perfecto, pero encontraron una mancha en mi pulmón”, dijo.
“Ese mismo día tuve una tomografía, pero como no mostraba síntomas de cáncer y además soy joven, el doctor pensó que tal vez una reciente infección en la garganta se había convertido en neumonía”, explica. Le dieron antibióticos por diez días y le pidieron que después repitiera la tomografía para revalorar la mancha.
“Cuando la segunda tomografía no mostró ningún cambio, fue entonces que la realidad me golpeó con que algo muy malo estaba pasando”, señala. Después de que una broncoscopia (una forma de obtener tejido pulmonar a través de la garganta por medio de una biopsia) resultara anormal, recibió la alarmante noticia de que tenía cáncer de pulmón.
Cerca de 230,000 americanos son diagnosticados con cáncer de pulmón al año, de acuerdo con la Asociación Americana de Pulmón (American Lung Association), y es la principal causa de muertes por cáncer. Normalmente, los fumadores y quienes trabajan en industrias, tienen el mayor riesgo, pero Malmberg no entra en ninguna de estas dos categorías.
Lo que no sabía es que su casa la estaba exponiendo a la segunda causa principal de cáncer de pulmón: radón. Este gas radioactivo inodoro e incoloro se filtra desde la tierra y puede acumularse en algunas casas.
“Mi diagnóstico fue adenocarcinoma, y me imaginé que estaba en la etapa 1; algo que podíamos tratar y vencer”, cuenta Malmberg. Cuando pruebas adicionales revelaron que el cáncer se había extendido a los ganglios linfáticos y el cerebro, Malmberg se sintió devastada, pero como madre casada (tiene una hija), rápidamente comenzó a aprender todo lo que pudo de su condición y sus opciones.
El cancel de pulmón a menudo no muestra síntomas en su etapa inicial, pero estos pueden ser tos molesta que no se quita, toser con sangre, fatiga, pérdida de peso, y dolor en el pecho, espalda y hombros.
“Recuerdo estar sentada en la sala de espera y buscar todo en Google antes de reunirme con el oncólogo. Sabía lo que iba a escuchar cuando entrara, y quería prevenirme”, dice. Mentalmente preparada y con determinación, Malmberg tomó la decisión de luchar. “Sentía que podía vencer esto. Ya había aceptado que era la voluntad de Dios; sólo necesitaba saber cuál era mi siguiente paso”.
Se sometió a radiación dirigida a dos tumores inoperables en su cerebro; también tuvo cirugías para remover los ganglios linfáticos en su pecho, y el lóbulo medio y medio superior del pulmón derecho. Entonces comenzó con una terapia de drogas para prevenir que creciera nuevo cáncer, la cual ha tenido éxito en mantener el cáncer bajo control por casi un año. “Me permite vivir mi vida en vez de que el cáncer la viva por mi”, comenta sobre la droga.
Malmberg ha puesto su mirada en el futuro, ahora que el cáncer no es el centro de su atención, planea correr una maratón y continuar enseñando a otros sobre los peligros del radón. “Mi casa salió positiva en niveles más altos de lo normal durante la prueba de radón, y estamos evaluando también la casa donde crecí. En este punto se trata de encontrar el porqué, y proteger a mi familia”, explica.
“El cáncer me ha dado una nueva perspectiva sobre lo que es realmente importante”, dice. “Yo era muy impulsiva. Ahora me pregunto: ¿de verdad necesito hacerlo todo? Y, ¿cómo puedo ayudar a otros?”, explica. “Dios me eligió para recorrer este camino por alguna razón, y ahora lo veo como una bendición. Puedo ser una luz y una voz para aquellos que no son lo suficientemente fuertes de usar la suya”, dice.
Tiene un mensaje para aquellos que han experimentado la conmoción de recibir un diagnóstico como el del cáncer de pulmón. “No necesitas actuar de inmediato, a pesar de la presión que hay para tomar decisiones. Retrocede y respira. Se tu propio partidario. Tu doctor está ahí para ser un guía experto, pero necesitas decidir por ti mismo lo que quieres”.
Tomado de rd.com How I Got Lung Cancer at 31—Without Ever Smoking a Single Cigarette
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