¿Por qué vemos una y otra vez las mismas películas?
¿Alguna vez has visto una película tantas veces que ya te sabes los diálogos de memoria? Estas son algunas razones de por qué disfrutamos ver una y otra vez la misma película o serie.
Las películas son una forma de entretenimiento popular que nos permite escapar de la realidad y disfrutar de historias emocionantes, divertidas o inspiradoras. Muchas personas disfrutan viendo películas varias veces, incluso cuando conocen la trama de principio a fin.
Por ejemplo: ¿Cuántas veces has visto y verías los capítulos de Friends ,HIMYM, Los Simpson? ¿Eres capaz de repetir el monólogo de Trainspotting o del Rey León aunque la viste por última vez a finales de los 90 ? o dinos ¿cuántas veces han vistos tus hijos cars o frozen? Seguramente un par de veces sería la respuesta… Pero ¿por qué nos gusta ver las mismas películas una y otra vez?
Los estudios demuestran que de cada hora de nuestra vida que pasamos escuchando música, 54 minutos los dedicamos a canciones que ya conocemos, no al último single del artista de moda.
Por mucho que la cultura pop nos bombardee con novedades semanales, nosotros siempre volvemos a la misma canción, a la misma película, al mismo libro o episodio. ¿Por qué? Hay varias razones.
De acuerdo con un estudio publicado por la Universidad de Chicago y realizado por las psicólogas Cristina Antonia Russell y Sidney Levy sobre los hábitos del reconsumo, es decir por qué las personas deciden pasar activa y voluntariamente por la misma experiencia en reiteradas ocasiones.
Bueno, pue ellas indican que hacemos esto, porque nos gusta pero también porque puede estar vinculado a revivir experiencias.
Las investigadores estadounidenses encontraron que ver una y otra vez la misma película nos lleva a encontrar detalles en nuestras escenas favoritas y a sentir esa comodidad y placer de sentirnos en un ambiente cálido y seguro, ya que sabemos que lo que vamos a experimentar es de nuestro agrado.
De esta forma, al revivir esos momentos que nos han marcado a lo largo de nuestra vida, obtenemos experiencias más ricas que inclusive nos pueden llevar a conocimientos introspectivos más profundos.
En el caso de los niños ocurre un fenómeno similar al de los adultos, aunque por supuesto no tan intenso. Los más pequeños disfrutan de ver una y otra vez la misma película, o la misma escena, porque al ser conscientes de que saben lo que va a suceder, se sienten cómodos y seguros.
Por eso es que en realidad no necesariamente nos gusta ver películas “felices” sino que también hay dramas o incluso películas nostálgicas. Cada una de ellas nos lleva por diferentes estados que nos recuerdan viejos momentos.
Asimismo, las especialistas señalan que nuestra mente distingue las emociones que despiertan nuestras películas preferidas y por eso vemos la necesidad de verlas en determinado momento: cuando estamos felices recordamos alguna comedia memorable y si estamos pasando por una situación de tristeza acudimos a alguna melodramática.
La investigación de Russell y Sidney Levy tiene cuatro motivos:
Sí, es la explicación más fácil, pero también es la más lógica. Si haces algo muchas veces es porque te gusta. Tu cerebro disfruta repitiendo los mismos patrones, volviendo a vivir esas buenas experiencias, esas escenas de series que te sorprendieron tanto. Pregúntale a cualquier fan de Marvel ¿cuántas veces ha visto Infinity War? Seguro que te responde que decenas, y siempre con la misma sensación de sorpresa y excitación, hasta podrá enseñarte sus segundos de metraje favoritos.
Este factor que te despierta y te traslada al pasado con el sentimiento de familiaridad. “Todo lo que ya hemos visto requiere menos energía mental para procesarlo, así que es más fácil consumirlo y creer que es muy bueno”, añade el artículo.
Por lo tanto, la nostalgia afecta de dos formas. Una, nos hace viajar a un pasado que nos gusta y nos hace sentir cosas que ahora mismo son difíciles de sentir. Te transporta a otra época y otro yo, lo cual te llena de placer.
El segundo factor es que, a cuantos más visualizaciones, más bueno te parece el contenido. Por lo tanto, viajas a un pasado que echas de menos a la vez que consumes un entretenimiento cuya calidad no te replanteas.
Es muy similar a la nostalgia, porque utiliza estas canciones, películas y series para viajar a una época anterior. Pero en este caso, para aliviar el dolor. Por ejemplo, leer un libro que te recuerde a un familiar muerto. Te hace pensar en esa persona y en cerrar heridas, porque te acerca a los recuerdos que compartieron juntos.
Finalmente, está el motivo existencial. Volver a ver una serie o escuchar una canción que te gustaba hace, por ejemplo, diez o quince años, te reconecta con el pasado. Pero no con tuyo del pasado, sino con una sociedad que ha cambiado. Los fans de la música emo pueden volver a escuchar My Chemical Romance y ver cómo ha evolucionado la música y la concepción de la vida desde entonces, cómo esos niños que se criaron con las ideas de la tristeza hoy son los millennials “muertos por dentro”.
Además de estás razones, quizás existan más para intentar explicar por qué vemos una y otra vez ciertas películas y series o por qué pasamos horas escuchando la misma música o repitiendo por tercera ocasión la misma lectura.
Pero creo que todas esas razones (visión particular) llegarían a la misma conclusión, sencillamente porque nos gusta; disfrutamos los diálogos, amamos llorar con el personaje o morir de la risa con el mismo chiste una y otra vez… al final hacemos que esa parte que tanto nos gusta se vuelva parte de nosotros.
Así que si eres del club que disfrutar ver una y otra vez la misma película, serie, etc… quédate tranquilo pues no eres el único, y que este hábito demuestra que, además de reírte o llorar con esa escena memorable, probablemente estés experimentando, a la vez, un proceso de autorreflexión y crecimiento personal.