Con 83 decesos al año por cada 100,000 habitantes, las afecciones respiratorias (principalmente la EPOC y la neumonía) son la tercera causa de muerte más frecuente en la Unión Europea, sólo superada por los trastornos circulatorios y el cáncer.
En los países desarrollados, entre el 80 y 90 por ciento de los casos de EPOC se asocian al tabaquismo. El riesgo de morir por esta enfermedad es directamente proporcional al número de cigarrillos que se consumen al día y los años que se llevan con el hábito.
La Organización Mundial de la Salud calcula que, en 2015, la EPOC fue causa de 3 millones de muertes en el mundo, o el 5 por ciento de los decesos. Los trabajadores de la industria manufacturera corren mayor riesgo debido a que inhalan humo de cigarrillo o se exponen constantemente a polvos y sustancias químicas.
Quienes padecieron infecciones pulmonares en la infancia o sufren insuficiencia de alfa-1-antitripsina, trastorno genético en el que los glóbulos blancos atacan los pulmones, también corren peligro.
La EPOC es incurable, aunque con tratamiento y cambios en el estilo de vida se puede controlar. Evitar exponerse a sustancias irritantes como humo y aire contaminado podría retardar o detener su avance.
“El daño es irreversible, pero quienes dejan de fumar pueden frenar el deterioro”, señala el doctor Jørgen Vestbo, ex presidente de la Sociedad Europea de Respiración y catedrático de la Universidad de Manchester.
Se recetan broncodilatadores inhalados, que relajan los músculos de las vías respiratorias, o corticosteroides, que reducen la inflamación. Si tu sangre no está bien oxigenada, es probable que el médico prescriba oxigenoterapia, la cual se administra con un dispositivo desde las fosas nasales hacia todo el cuerpo.
Se recomienda la actividad física, para que los músculos trabajen más con menos oxígeno y no falte el aliento fácilmente. Algunos hospitales y clínicas ofrecen una “rehabilitación pulmonar”, que consta de ejercicios y técnicas de respiración especiales, cursos y asesoría psicológica y nutricional.
El clima, el ambiente y el estilo de vida pueden exacerbar o atenuar la EPOC. Vestbo recomienda acudir a consulta médica al menos una vez al año para ajustar el tratamiento a las necesidades del momento.
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