Problemas sexuales en la tercera edad
Las relaciones íntimas pueden dificultarse al llegar a esta edad, y las causas a menudo tienen que ver con el estado de salud.
Las relaciones íntimas pueden dificultarse al llegar a esta edad, y las causas a menudo tienen que ver con el estado de salud.
Sea cual sea tu problema, no tengas miedo ni vergüenza de hablar sobre él con tu médico. Enfermedades subyacentes como diabetes, aterosclerosis y trastornos de la próstata pueden ser tratables.
Los antihipertensivos y los antidepresivos pueden causar disfunción eréctil, y otros fármacos reducen el deseo, la excitación o la respuesta sexual tanto en hombres como en mujeres.
Si la medicación es la causa del problema, tu doctor quizá pueda cambiártela, o recetarte opciones para estimular la erección: gránulos, cremas, inyecciones o tabletas.
El dolor, una menor movilidad debido a la artritis y otras condiciones pueden dificultar el coito o disminuir el placer. Intentar posiciones distintas suele ayudar.
Después de la menopausia, los tejidos vaginales suelen adelgazarse y sus secreciones se reducen, lo que vuelve incómodo el coito. Si los juegos previos no mejoran la situación, el remedio puede ser un lubricante, o el médico puede prescribir estrógenos por vía vaginal.
Este sencillo ejercicio fortalece los músculos del piso pélvico y puede mejorar la vida sexual tanto de hombres como de mujeres. También ayuda en casos de prolapso vaginal e incontinencia urinaria.
Empieza por identificar los músculos que usarías para detener el flujo urinario a mitad de camino. Contráelos levemente y cuenta hasta 10; luego relájalos.
Repite el ejercicio 10 veces, y hazlo tantas veces al día como puedas.