¡Protege tus ojos y piel de la radiación solar!

Más allá del calor que sentimos, ¿cómo nos afecta?

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, nuestro cuerpo necesita dosis pequeñas de rayos solares que impulsen la producción de vitamina D (indispensable para la formación de huesos y dientes).

Sin embargo, una exposición prolongada a la radiación solar, y más en niveles tan altos, daña la salud de nuestra piel, ojos y sistema inmunitario. Además, toma en cuenta que la reducción de la capa de ozono ha disminuido la protección natural que la atmósfera nos ofrecía contra los llamados rayos UV.

Los daños que producen la alta radiación solar abarcan:

En la piel:

• A corto plazo, quemaduras.
• En un plazo más largo, induce cambios degenerativos en las células de la piel, los tejidos fibrosos y la sangre. Por eso, puede producir envejecimiento prematuro y queratosis actínica (que son pequeñas zonas elevadas y ásperas de la piel).
• En casos más graves, cáncer de piel.

En los ojos

El 90 por ciento de la radiación solar es absorbida por la parte delantera de los ojos. Exponerse al sol sin protección tiene efectos crónicos como daños en las córneas, degeneración macular y cataratas. En los casos más graves, produce ceguera.

Sigue estas recomendaciones

• Aplícate generosamente una crema protectora solar en toda la piel que no esté cubierta por la ropa. Hazlo por lo menos 15 minutos antes de salir para que tu piel pueda absorberla. El protector solar debe brindarte protección de amplio espectro (esto es, te protegerá contra todo tipo de rayos UV) y tener un Factor de Protección Solar mínimo de 30. Si tu piel es clara, consulta con tu dermatólogo si necesitas un FPS mayor.

• Reaplícate el protector solar cada dos horas, o antes si sudas o nadas.

• Usa ropa que te proteja, incluyendo lentes de sol y un sombrero. De preferencia, viste prendas de manga larga.

• Defiende tus ojos con gafas oscuras que cuenten con verdadera protección UV. Consulta con tu oftalmólogo para confirmar que tus gafas la incluyan.

• Los rayos UV son más intensos entre las 10 y las 16 horas. Procura estar bajo techo o a la sombra lo más posible durante ese periodo.

No creas que por tener piel morena u obscura estás a salvo. Si bien la piel morena cuenta con niveles más altos del pigmento melanina, el cáncer de piel no distingue entre tonalidades. De hecho, esta enfermedad suele detectarse de manera más tardía en personas de piel morena u oscura.

Ahora sí, estás listo para exponerte al sol sin riesgos de dañar tu salud. ¿Te sirven estos consejos?