La relación entre la ansiedad y la presión arterial alta es un tema de preocupación para muchos. Aunque la ansiedad en sí misma no es una causa directa de hipertensión a largo plazo, puede provocar picos temporales en la presión arterial que, si se repiten con frecuencia, pueden tener consecuencias graves para la salud.
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¿Cómo afecta la ansiedad a la presión arterial?
Según la Mayo Clinic, los episodios de ansiedad pueden causar aumentos drásticos pero temporales en la presión arterial. Estos picos no son permanentes, pero si se producen con regularidad, pueden dañar los vasos sanguíneos, el corazón y los riñones, al igual que lo haría la hipertensión crónica.
Hábitos poco saludables relacionados con la ansiedad
Las personas ansiosas o estresadas a menudo adoptan comportamientos que pueden contribuir al aumento de la presión arterial. Entre estos hábitos se incluyen:
- Fumar: El tabaquismo es un factor de riesgo conocido para la hipertensión, y la ansiedad puede llevar a un aumento en el consumo de tabaco.
- Consumir Bebidas Alcohólicas: El alcohol en exceso puede elevar la presión arterial, y las personas con ansiedad a menudo recurren al alcohol como un mecanismo de afrontamiento.
- Comer en Exceso: El estrés y la ansiedad pueden desencadenar episodios de alimentación emocional, lo que puede conducir al sobrepeso, otro factor de riesgo para la hipertensión.
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Medicamentos para la ansiedad y su efecto en la presión arterial
Algunos medicamentos recetados para tratar la ansiedad y otros trastornos de salud mental pueden también elevar la presión arterial. Los inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN), en particular, se han asociado con un aumento en los niveles de presión arterial en algunos pacientes.
¿Qué hacer si la ansiedad afecta tu presión arterial?
Si experimentas ansiedad frecuente que está afectando tu salud, es crucial buscar ayuda profesional. Un proveedor de atención médica o de salud mental puede ofrecerte estrategias para manejar la ansiedad y reducir su impacto en tu presión arterial.
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Conclusión
Aunque la ansiedad no causa hipertensión crónica, sus efectos temporales en la presión arterial no deben ser ignorados. Adoptar hábitos saludables y buscar tratamiento para la ansiedad puede ayudar a mitigar estos riesgos. Recuerda siempre consultar a un profesional de la salud si la ansiedad interfiere con tu bienestar diario.