Cada año se desperdician en todo el mundo unas 1,300,000,000 de toneladas de alimentos. Por otro lado, una de cada nueve personas en el planeta sufre de hambre. ¿Por qué se tira tanta comida?
Hay diversas razones, pero una de ellas es la confusión que existe sobre la fecha de caducidad y la fecha de consumo preferente. ¿Acaso son lo mismo?
La fecha de caducidad indica cuándo un alimento deja de ser seguro para el consumo desde el punto de vista sanitario, así que es más restrictiva y se marca con un día concreto.
Los alimentos que la especifican son aquellos microbiológicamente perecederos, lo que significa que su ingesta a destiempo puede desencadenar una intoxicación alimentaria. Se usa en productos muy delicados como carnes, pescados, productos al vacío o pasteurizados.
Para los alimentos más duraderos se usa el concepto de consumo preferente. En este caso el fabricante del producto garantiza que mantiene sus características organolépticas (sabor, olor, textura) hasta esa fecha si es conservado como marca el empaque.
La ingesta de estos alimentos pasada la fecha marcada no supone un riesgo para la salud, lo único que pasaría es que los polvorones ya no estarán crujientes o la salsa podría tener otro sabor.
Come estos alimentos (siempre y cuando no hayan estado fuera del refrigerador) hasta un mes después de su caducidad. A estos productos lo único que les sucede es que se vuelven más ácidos.
Si están cerrados, estos alimentos duran hasta dos años más después de su fecha límite.
Las conservas se someten a un proceso de esterilización que consigue mantener intactas las propiedades de los alimentos durante años sin refrigeración.
Según los últimos estudios realizados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, este tipo de alimentos puede conservarse en buen estado hasta ¡un siglo!
Las alubias, los garbanzos, las lentejas y otros alimentos por el estilo no son perecederos, así que su consumo es inocuo incluso varios años después de su compra.
Por lo general estos alimentos contienen almidón de trigo, sal, verduras deshidratadas y potenciadores de sabor, ingredientes que actúan como conservadores, así que el producto se mantiene en perfectas condiciones por un tiempo indefinido siempre que el paquete esté cerrado y en un lugar seco.
Si ya caducó congélala envuelta en varias capas de papel de aluminio.
Si está cerrada puedes consumirla sin riesgos hasta un año después de la fecha de caducidad
Si no abres la caja de estos alimentos, te pueden durar hasta ocho meses después de su fecha de caducidad
Los alimentos se pueden consumir siempre que el paquete esté bien cerrado, alejado de la luz y las rebanadas no tengan moho. Aunque hayan perdido parte de su frescura, se pueden hacer tostadas.
Debido a su cantidad de productos químicos y aditivos las sodas pueden beberse unos cuatro meses más allá de su fecha de caducidad.
¿Sabías que estos productos ni siquiera tienen fecha de caducidad por su larguísima duración?
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