Cuando se habla de parásitos que pueden afectar la salud de nuestros animales de compañía, de inmediato pensamos que los únicos que existen son las lombrices intestinales.
Cuando se habla de parásitos que pueden afectar la salud de nuestros animales de compañía, de inmediato pensamos que los únicos que existen son las lombrices intestinales (en el caso de perros y gatos se dividen en dos grandes grupos nemátodos o gusanos redondos y céstodos o gusanos planos mejor conocidos como solitarias). Sin embargo es importante considerar que también se tienen parásitos que afectan de forma externa a nuestros compañeros y que se conocen como Ectoparásitos. En este grupo podemos incluir a las pulgas (si, aunque no lo creamos las pulgas son parásitos y no habitantes normales de la piel), piojos (que los hay de dos tipos, chupadores o que se alimentan de sangre y masticadores que se alimentan de queratina), chinches (siendo la más peligrosa de todas el Triatoma o “chinche besucona” común en clima cálido y que puede transmitir la enfermedad llamada tripanozomiasis o enfermedad de Chagas) y por último las garrapatas que son transmisoras de una gran variedad de enfermedades que inician afectando la sangre pero que afectan órganos internos de forma grave tanto en animales, como en humanos.
De estos ectoparásitos hablaremos de dos de los más comunes, las pulgas y las garrapatas.
Pulgas
Existen más de 200 especies de pulgas reconocidas en todo el mundo. En América del Norte, sólo unas pocas especies infestan habitualmente a los perros y a los gatos. Ctenocephalides felis (pulga del gato), C. Canis (la pulga del perro) y Pulex irritans (la pulga común o del humano), son los tipos de pulgas más comúnmente encontradas en nuestros animales de compañía, sin embargo la pulga que con mas frecuencia encontramos tanto en perros como en gatos es C. Felis. Las pulgas del gato causan una intensa irritación tanto en humanos como animales; además de ser responsables de la dermatitis alérgica por pulgas.
Las pulgas se transmiten a través de contacto directo de un ejemplar infestado a uno sano, o bien entrando en un ambiente altamente contaminado de pulgas, como lo puede ser la cama o casa donde habita un perro o gato; incluso si un ser humano tiene contacto con un ejemplar con pulgas, puede servir como transporte de estas. El ciclo de vida de la pulga se puede realizar de forma completa en el huesped, es decir perro o gato, de forma adulta en nuestros animales de compañía y las etapas del huevo a ninfa en el medio ambiente como en el caso de alfombras.
Las pulgas ponen sus huevos cerca de la región anal de los huespedes y se desprenden fácilmente del pelaje cayendo sobre las camas, tapetes o el suelo, donde se produce la eclosión de 1 a 6 días. Las larvas de pulga recién eclosionadas viven libremente, se alimentan de detritus orgánicos encontrados en su medio ambiente.
Las larvas evitan la luz directa ya que son sensibles a la desecación y se mueven activamente hacia el fondo de las fibras de tapetes o debajo de la hierba, ramas u hojas en el suelo.
Según la temperatura y humedad, el ciclo biológico total de la pulga se puede completar en el corto tiempo de 12-14 días (es decir desde la puesta del huevo, hasta la aparición del estado adulto), las pulgas adultas empiezan a alimentarse inmediatamente después de encontrar un huesped y la producción de huevos empieza a las 24- 48 horas de la ingestión de su primera toma de sangre por parte de las hembras.
Las hembras de la pulga pueden producir de 40 a 50 huevos por día durante el pico de producción y esto lo pueden hacer por más de 100 días, por lo que podemos afirmar sin ningún problema que por cada pulga vista en nuestos amigos, hay hasta 20 escondidas esperando la oportunidad de infestar a otros ejemplares.
De los problemas que puede ocasionar la pulga además de anemia, según la cantidad de pulgas que infesten a nuestro ejemplar, está la dermatitis alérgica por pulgas (DAPP) que es la enfermedad dermatológica de mayor frecuencia en los perros domésticos y aunque los gatos también son afectados no son tanto los casos de DAPP como en los perros..
Los clímas calidos y con humedad hace que el ciclo de vida perdure por todo el año.
Cuando las pulgas se alimentan inyectan saliva que contiene diversos compuestos que activan respuestas del organismo como liberación de histamína que induce una reacción hipersensibilidad (alérgia), sin embargo los ejemplares que no presentan esta alergia tendran signos leves relacionados con comezón, pero los alérgicos presentarán signos severos de lesión en piel como caída del pelo (alopecia), enrojecimiento de la zona lastimada (eritema), presencia de pulgas o sus excretas sobre nuestra mascota y comezón severa que se ve con rascado y lamidos de forma constante.
En el caso de las garrapatas, estas son ectoparásitos exclusivamente hematófagas (se alimentan de sangre) en todas las etapas de su alimentación. Las garrapatas transmiten una gran variedad de agentes infecciosos, algunos de estos agentes pueden causar graves enfermedades al hombre llamadas zoonosis (enfermedades transmitidas de los animales al humano). Lo característico de estos parásitos es que pueden reconocer sitios donde infestar a sus huespedes ya que pueden, a través de una feromona regular los sitios de congregación y adherencia que asegura que las garrapatas estén en los sitios menos vulnerables al aseo.
Por la forma en que se alimentan, las garrapatas pueden causar en los animales parasitados debilidad, anemia, daño mecánico por la picadura sumado a los efectos irritantes que tiene la saliva de este parásito, incluso la muerte.
Además de estos problemas, las garrapatas ofrecen el riesgo de contraer enfermedades infecciosas como: Babesiosis (parásito que causa destrucción de los glóbulos rojos del hospedador), Ehrlichiosis (enfermedad causada por una bacteria Ehrlichia canis, afecta tanto a perros como a gatos y a los humanos (zoonosis), esta infecta principalmente a
los glóbulos blancos y plaquetas del huesped, causando hemorragias severas, fiebre, caquexia o pérdida de peso severa, anemia y signos neurológicos), enfemedad de Lyme (producida por una bacteria Borrelia, esta se disemina por todo el cuerpo, es de difícil diagnóstico y puede ocasionar daños en las articulaciones).
Las garrapatas pueden ser mortales para nuestras mascotas, el riesgo de transmisión ocurre entre las primeras 48 horas después de la fijación a la piel del animal, es por ello que la prevención es nuestra mejor arma ya que la garrapata se encuentra presente durante todo el año.
Como hemos visto, tanto las pulgas como las garrapatas son ectoparásitos muy peligrosos para la salud las mascotas y sus familias y la mejor forma de combatirlas es apoyandonos en la Medicina Preventiva.
Algunas acciones de Medicina Preventiva recomendadas para prevenir infestaciones son:
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