Puede que no lo notes, pero lo que comes cada día podría estar influyendo directamente en la salud de tu corazón. Muchos alimentos cotidianos esconden compuestos naturales capaces de proteger al organismo de manera silenciosa. Y aunque pareciera sorprendente, la ciencia está confirmando que los polifenoles—presentes en plantas, frutas, semillas y cereales—podrían marcar la diferencia a largo plazo.
Lo mejor es que no se trata de dietas restrictivas ni recetas complicadas. Pequeñas elecciones diarias pueden sumar beneficios importantes para tu salud cardiovascular.
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Los alimentos ricos en polifenoles podrían proteger tu corazón
Un estudio publicado en BMC Medicine por el King’s College London encontró que las personas con una dieta rica en polifenoles presentaban un menor riesgo previsto de enfermedad cardiovascular (ECV).
Los polifenoles son compuestos vegetales con efectos antioxidantes, antiinflamatorios y protectores del sistema cardiovascular. Según la investigación, seguimiento de más de 3,100 adultos durante una década reveló que quienes consumían más polifenoles tenían:
- Mejor perfil de colesterol
- Presión arterial más saludable
- Menor riesgo cardiovascular con el paso del tiempo
¿Qué alimentos contienen polifenoles?
El estudio destacó que alimentos y bebidas muy comunes pueden aportar beneficios significativos para el corazón. Aquí tienes 15 opciones fáciles de incorporar a tu dieta diaria:
- Té verde – Rico en catequinas.
- Café – Contiene ácidos clorogénicos beneficiosos.
- Cacao y chocolate negro – Antioxidantes naturales.
- Bayas (arándanos, frambuesas, fresas, moras) – Llenas de antocianinas.
- Frutos secos – Especialmente nueces, almendras y avellanas.
- Aceite de oliva virgen extra – Aliado de la salud cardiovascular.
- Manzanas – Aportan flavonoides y ácidos fenólicos.
- Uvas y vino tinto – Fuente moderada de resveratrol.
- Cítricos – Llenos de flavanonas protectoras.
- Cebolla roja – Rica en quercetina.
- Brócoli y coles de Bruselas – Contienen ácidos fenólicos.
- Legumbres – Fibra + polifenoles en cada porción.
- Cereales integrales – Como avena, trigo integral y cebada.
- Tomates – Flavonoides esenciales para el corazón.
- Hierbas y especias – Orégano, clavo, canela, romero y más.
Incorporarlos es simple: un puñado de nueces, una taza de té o café, frutas por la mañana, verduras frescas y un toque de especias pueden potenciar tu bienestar.
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Qué descubrió el estudio
Además de monitorear hábitos alimentarios, los investigadores analizaron metabolitos en la orina, es decir, las sustancias que produce el cuerpo al procesar los polifenoles.
Los hallazgos fueron claros:
- Quienes tenían más metabolitos de polifenoles presentaban menor riesgo cardiovascular.
- También mostraron niveles más altos de colesterol HDL, el llamado “colesterol bueno”.
Los científicos utilizaron un Puntaje Dietético de Polifenoles (PPS) que evalúa la ingesta de 20 alimentos clave. Esta herramienta se relacionó aún más con la salud del corazón que medir solo la cantidad total de polifenoles.
¿Qué significa esto para ti?
Según la profesora Ana Rodríguez-Mateos, autora principal del estudio:
“La adherencia a largo plazo a dietas ricas en polifenoles puede ralentizar de forma considerable el aumento del riesgo cardiovascular con la edad”.
En otras palabras, no necesitas cambiar toda tu dieta.
Pequeños ajustes —como agregar bayas al desayuno, usar aceite de oliva, beber té o incluir nueces como snack— pueden aportar beneficios importantes con el tiempo.
El doctor Yong Li, coautor del estudio, enfatiza:
“Los alimentos ricos en polifenoles están ampliamente disponibles, lo que convierte esta estrategia en algo práctico para la mayoría de las personas”.
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Conclusión
A medida que envejecemos, el riesgo cardiovascular aumenta de manera natural. Sin embargo, esta investigación muestra que una dieta rica en polifenoles puede ayudar a frenar esa progresión.
Integrar estos alimentos en el día a día es una forma simple, efectiva y accesible de fortalecer tu salud del corazón.
Los polifenoles, presentes en alimentos cotidianos, podrían protegerte a largo plazo. ¿Ya los incluyes en tu alimentación?