Ir a la tienda con hambre es riesgoso, cualquiera que lo haya hecho seguramente salió de ahí con un carrito lleno de golosinas. ¿Alguna vez te has preguntado como trabaja tu cerebro cuando tiene que tomar una decisión importante más que elegir un platillo, cuando vas a comprar un auto o aceptar un empleo?
Investigadores de la Universidad Dundee en Escocia hicieron un estudio el cual te iluminará sobre el porque debes comer un poco antes de tomar una decisión.
Benjamin Vincent y Jordan Skyrnka entrevistaron a 50 personas dos veces: una vez donde comieron normalmente y otra en donde no habían comido nada durante el día.
Usando 3 tipos diferentes de recompensa: comida, dinero y descargas de música, el equipo descubrió que cuando las personas tiene hambre escogían una recompensa más pequeña inmediatamente en lugar de una recompensa mayor a futuro.
De hecho, los investigadores notaron que cuando se les presentaba la oportunidad de ganar el doble en el futuro, los participantes accedieron voluntariamente a esperar hasta 35 días, pero cuando estaban hambrientos solo dijeron que esperarían 3 días.
“Queríamos saber si el hecho de estar hambriento mostraba efectos en la manera de tomar decisiones o si tiene otros efectos, y esta investigación sugiere que la toma de decisiones se basa más en el presente cuando tienes hambre”, dice Vincent en una historia sobre el estudio en el sitio de la Universidad.
“Puedes predecir que el hambre impactará las preferencias de las personas relacionadas con la comida, pero no está claro aún por que las personas se enfocan más en el presente para obtener recompensas completamente no relacionadas… El hambre es tan común que es importante entender las formas no obvias en las que esto afectará nuestras decisiones”, dice.
En un estudio reciente sobre el tema, en la Universidad de Inglaterra, los investigadores notaron que la serotonina juega un rol mayor en el proceso de toma de decisiones.
“Desde que la materia prima para la serotonina (un aminoácido llamado triptófano) solo viene de la dieta, los niveles caen entre comidas” reporta el estudio.
“Esto puede llevar a la agresividad e impulsividad dice el equipo. Algunos alimentos son ricos en este aminoácido como la sopa de pollo y el chocolate. Las carnes rojas, lácteos, nueves, semillas, plátanos, atún, mariscos y productos de soya son buenas fuentes”.
Tomado de rd.com What to Eat Before Making a Big Decision
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