Una de las costumbres de mi padre, un irlandés católico de 85 años, es asistir al sepelio de toda persona que haya conocido aunque su relación con ella no haya sido muy estrecha, sino, simplemente, como una muestra de respeto.
Una noche, mientras papá bebía una cerveza con sus amigos en la taberna que solían frecuentar, oyó por casualidad que uno de los parroquianos había fallecido. Naturalmente, mi padre asistió al entierro y le dio el pésame a la familia.
Dos semanas después, cuando fue de nuevo al bar, papá se quedó de una pieza al ver al “difunto” de pie junto a la barra, riendo y disfrutando una cerveza. Hasta la fecha no sabe quién era la persona a cuyo sepelio asistió, pero al día siguiente llevó a revisar sus auxiliares auditivos.
Jacqueline Marsden, Reino Unido
En una ocasión mi mamá me pidió que le hiciera un mandado.
—Tráeme esto, por favor —dijo, al tiempo que me mostraba un pedazo pequeño de brócoli.
Cuando llegué a la tienda vi varias piezas de brócoli, verdes y frondosas. Tras mirarlas unos segundos, decidí arrancar un pedazo parecido al que me había mostrado mamá. Cuando me acerqué a la caja para pagar, la empleada me miró con extrañeza y me informó que no acostumbraban vender así el brócoli, pero de todas maneras me lo cobró.
Al llegar a casa, mi madre me preguntó por qué le había llevado ese ramito. Sorprendida, respondí que era lo que ella me había pedido.
—Es que yo pensé que no sabías cómo era el brócoli. Por eso te mostré un pedazo, para que no lo confundieras, pero ¡necesito una pieza entera! —exclamó, sin poder creerlo.
Lucía Tánori, México
Cuando estudiaba el bachillerato, era el único en mi clase que no jugaba futbol. Cierta vez, el equipo de mi grupo obtuvo el codiciado trofeo del torneo anual de la escuela, pero como no podían dividirlo entre todos, decidieron rifarlo. Curiosamente, yo también participé en la rifa, ¡y resulté el ganador!
Alberto González, México
Corrección digital
En esta era en que los teléfonos inteligentes a veces nos hacen sentir unos tontos, Twitter se ha convertido en el foro favorito para desahogar las frustraciones:
“El autocorrector cambia palabras escritas correctamente. Empiezo a creer que tiene mente prop… El autocorrector es inofensivo. Ocúpese de sus asuntos”.
John Lyon (@JohnLyonTweets)
“Acabo de escribir ‘diharrea’ correctamente sin la ayuda del autocorrector. Y tú, ¿qué has estado haciendo últimamente?”
Herroneous (@HeronSays)
“Mi mamá me envió este mensaje de texto: ‘Buenos días, cariño’, pero por alguna razón el autocorrector lo cambió a ‘Eres una enorme decepción y una carga económica’.
Sadley Cooper (@DrDrewlittle)
“Si el autocorrector hubiera existido durante la Guerra Fría, la Tierra sería sólo ruinas humeantes”.
Andrew Potter (@jandrewpotter)
“A mi sobrina, de ocho años, le dejaron de tarea investigar sobre Chaikovski. ‘Es un nombre difícil de escribir’, le dije. ‘No’, repuso. “Mira: C, H, A, I… autocorrector”.
Brian Floca (@BrianFloca)