Así es la vida: Mi papá, entonces de 90 años…

Un gélido día invernal, mi papá, entonces de 90 años, se disponía a pagar en la caja del supermercado. Sin embargo, le costaba trabajo tomar y contar el cambio exacto con los guantes puestos. Evidentemente, la transacción fue demasiado lenta para el sujeto que estaba formado detrás de él, pues empezó a mascullar maldiciones. Al oírlo, mi papá dejó de contar las monedas, se volvió hacia él y le advirtió: “Será mejor que se calle o haré un cheque”.

John Shouse, Estados Unidos

Cierta vez, cuando estábamos en el parque, mi hijo de seis años corrió hacia mí llorando tras rasparse ligeramente la rodilla. Miré la herida, la besé para que sanara más rápido y el niño corrió a jugar de nuevo. Mi hermano, que estaba de pie cerca de nosotros, levantó las cejas y dijo en son de broma: “¿Llevas cuatro años estudiando medicina y eso es todo lo que puedes hacer?”.

Linda O’Connor, Canadá

Por nuestro aniversario, mi esposo me dio una hermosa tarjeta con un diseño encantador y unos versos muy sinceros. Después de limpiar una lágrima que corría por mi mejilla, le dije:

—Esta es la tarjeta más tierna que he recibido en mi vida.

—¿En serio? —preguntó él, sonriendo ampliamente— ¿Qué dice?

Mary Webster, Canadá

El presentador y conductor Jimmy Fallon les pidió a los televidentes que compartieran las peores primeras citas románticas que habían tenido. ¿Crees poder superarlas?

• “Pensé que a él le gustaba el ejercicio porque traía puesta una pesa en el tobillo. Resultó que estaba en libertad condicional y en realidad eso era un grillete electrónico”.
• “Él seguía viviendo en la casa de sus papás, así que una noche tuvo que meterme a su cuarto a escondidas. Fue entonces cuando me di cuenta de que su cama tenía unas sábanas de las Tortugas Ninja”.
• “Salí con un psíquico, y me contó que alguna vez una pandilla de fantasmas le había dado una paliza”.
• “Pensé que sería agradable comer pasta juntos, como los protagonistas de La dama y el vagabundo, pero al oler la pimienta estornudé y llené a mi pareja de salsa de tomate”.

¿Por qué no estor dormido?, se preguntó un sujeto mientras dirigía un resplandor de información pura directamente a sus ojos desde una distancia de 20 centímetros.

@joshgondelman

Mi papá casi nunca gasta dinero en él, así que la Navidad pasada le di un billete de 100 libras y le dije que saliera y se comprara algo que le facilitara la vida. Un par de horas después volvió a casa con un obsequio… para mi mamá.

Maxine Cooper, Reino Unido

Chistes felinos

“Algún día todo esto será tuyo”, le dije a mi gato, mientras agitaba frenéticamente los brazos al ver varias cajas de cartón con mis compras por Internet en la puerta de mi casa.

@cloudypianos

Es muy triste que la curiosidad haya provocado miles de inventos que transformaron al mundo, pero que se le siga recordando, básicamente, por haber matado a un gato.

@sixthformpoet