¿Qué es el limo?
Es un sedimento fino y fascinante que juega un papel crucial en nuestro planeta. Compuesto por partículas diminutas, entre 0,002 y 0,063 milímetros de diámetro, se encuentra en ríos, lagos, océanos y en la...
Los suelos tienen diferente textura según el tamaño de los fragmentos de roca de que se componen. Las partículas menores son trozos microscópicos de arcilla; las más grandes, granos de arena de diverso tamaño. Las partículas intermedias forman el lodo.
El limo es una tierra compuesta de partículas de los tres tamaños: arcilla, lodo y arena. Según la proporción de humus (materia orgánica descompuesta) que contiene, el limo suele ser el tipo de suelo más productivo. Las tierras ligeras y arenosas, por ejemplo, son tan porosas que retienen muy poca agua. Las pesadas y arcillosas pueden contener más agua, pero las partículas están tan comprimidas que dejan poco espacio al aire que las raíces de las plantas necesitan para sobrevivir. Los limos reúnen las mejores cualidades de ambas: retienen bien el agua y el aire.
Las grandes selvas tropicales de Africa Ecuatorial y América del Sur son quizá las más exuberantes del mundo. Grandes árboles, lianas y una profusión de otras plantas prosperan en aquellos climas cálidos y húmedos.
Sin embargo, el suelo que los sostiene es sorprendentemente poco fértil. A causa de las intensas precipitaciones, las materias nutritivas esenciales terminan por ser arrastradas. La fertilidad se mantiene sólo porque el calor y la humedad estimulan el crecimiento rápido de las plantas, así como la acelerada descomposición de los restos orgánicos que devuelven materias nutritivas al suelo. Si se talan los árboles, sólo se podrá cultivar la tierra durante unos pocos años antes de volverse estéril y casi inútil para la agricultura.
Las densas selvas tropicales de África Ecuatorial y América del Sur son tal vez las más ricas del planeta. Altísimos árboles, lianas y una gran variedad de otras plantas florecen en esos climas cálidos y húmedos.
No obstante, el suelo en el que crecen es sorprendentemente poco productivo. Debido a las fuertes lluvias, los nutrientes esenciales son arrastrados.
La fertilidad se conserva solo porque el calor y la humedad favorecen el crecimiento veloz de las plantas y la rápida descomposición de la materia orgánica, que reintegra nutrientes al suelo.
Si se cortan los árboles, se podrá cultivar la tierra solo por unos pocos años antes de que se convierta en estéril y prácticamente inútil para la agricultura.