¿Qué es el malestar y por qué lo sentimos?

“Defino el malestar como una sensación de malestar general. A las personas que sufren malestar les resulta difícil expresarlo con palabras. Pueden describir una sensación vaga de malestar o una sensación de que ‘se están enfermando’. A menudo va acompañada de una sensación de cansancio, pero no siempre”, explica el Dr. Shmerling.

El malestar puede variar en intensidad. Para algunas personas puede ser una sensación leve de cansancio, mientras que para otras puede ser lo suficientemente grave como para interferir con las actividades diarias. No es una enfermedad o afección en sí misma, sino más bien un síntoma de que algo más está sucediendo en el cuerpo. Debido a que es tan general, puede ser difícil diagnosticar la causa exacta del malestar sin una investigación médica adicional.

[Puedes leer: ¿Cuál es el té que recomienda Harvard para combatir “todos los dolores”?]

Causas comunes

El malestar es a menudo uno de los primeros signos de que algo no va bien en el organismo, aunque todavía no hayan aparecido otros síntomas específicos. “Nunca empezaría asumiendo que no es ‘nada’ o ‘imaginario’ o ‘simplemente estrés’ o ‘simplemente envejecimiento’. El síntoma debe tomarse tan en serio como cualquier otro y evaluarse adecuadamente”, dice el Dr. Shmerling.

• Infecciones: Resfriados, gripe, COVID-19 y otras infecciones pueden provocar malestar como síntoma inicial.
• Enfermedades crónicas: Diabetes, anemia, enfermedades cardíacas y otras afecciones crónicas pueden causar un malestar constante debido al estrés que generan en el cuerpo.
• Problemas de salud mental: La depresión, la ansiedad y el estrés pueden manifestarse como malestar general y fatiga.
• Medicamentos: Algunos medicamentos tienen efectos secundarios que incluyen el malestar como síntoma.
• Deficiencias nutricionales: La falta de vitaminas y minerales esenciales, como hierro o vitamina D, puede provocar debilidad y fatiga.
• Trastornos del sueño: El insomnio o la apnea del sueño pueden causar malestar debido a la falta de descanso.
• Estilo de vida: Una alimentación poco saludable, la falta de ejercicio y el estrés excesivo pueden contribuir al malestar general.

¿Cómo se diagnostica y trata el malestar?

Para determinar la causa del malestar, es fundamental consultar a un médico. Él realizará un examen físico y puede solicitar pruebas de laboratorio para descartar o confirmar posibles afecciones.

El tratamiento dependerá de la causa subyacente. Si se identifica una infección, se recetarán los medicamentos adecuados. En caso de enfermedades crónicas, se trabajará en controlar la afección y en mejorar la calidad de vida. Si el malestar está relacionado con problemas de salud mental, se recomendará terapia psicológica y, en algunos casos, medicación.

Es probable que tu médico le haga preguntas detalladas sobre su historial médico y sus síntomas para comenzar a delimitar las posibilidades. Por ejemplo:

• ¿Cuánto tiempo lleva sintiéndose así? ¿Cómo calificaría la gravedad de sus síntomas en una escala del 1 al 10?
• ¿Qué hace que sus síntomas mejoren o empeoren? ¿Aparecen y desaparecen o permanecen constantes? ¿Desaparecen o mejoran si usted está distraído o de vacaciones?
• ¿Tiene usted alguna experiencia previa o episodios de malestar?
• ¿Hay otros síntomas como tos, dolor en el pecho, fiebre, fatiga, dolor, cambios de peso, sangrado, cambios en las heces o la orina, sarpullido o pérdida de apetito?
• ¿Toma algún medicamento o suplemento? ¿Alguno de estos es nuevo?
• ¿Tiene usted antecedentes de problemas de tiroides?
• ¿Se ha sentido deprimido o tiene algún nuevo factor estresante en su vida?
• ¿Has viajado recientemente?
• Describe tus patrones de sueño, ejercicio y hábitos alimentarios.

[Te puede interesar leer: 18 cuentos o mitos que ya deberías dejar de creer]

¿Qué puedo hacer para aliviarlo?

Independientemente de la causa subyacente, ciertos cambios en el estilo de vida pueden ayudar a controlar y reducir el malestar mejorando la salud y el bienestar general. Pero según el Dr. Shmerling, debe tener cuidado al hacer cambios drásticos antes de que un médico le trate los síntomas.

“A veces, una recomendación sobre el estilo de vida es prematura. Por ejemplo, hacer ejercicio puede ser muy bueno para una persona que no está en forma y que por lo demás está sana, pero puede ser imposible o incluso empeorar las cosas (al menos a corto plazo) si resulta que la persona tiene una enfermedad cardíaca nueva y no tratada”, afirma el Dr. Shmerling. “Dicho esto, recomendaría otras recomendaciones estándar para un estilo de vida saludable, que incluyen una dieta saludable, un sueño adecuado y el manejo del estrés, mientras se realizan los estudios”.

Además del tratamiento médico, estos cambios en el estilo de vida pueden ayudar a reducir el malestar:

• Descansa lo suficiente: Asegúrate de dormir las horas necesarias para que tu cuerpo se recupere.
• Hidrátate: Bebe abundante agua a lo largo del día.
• Alimentación saludable: Consume una dieta equilibrada rica en frutas, verduras y proteínas.
• Ejercicio regular: La actividad física moderada puede aumentar tus niveles de energía.
• Maneja el estrés: Practica técnicas de relajación como la meditación o el yoga.
• Evita el alcohol y el tabaco: Estas sustancias pueden empeorar el malestar.

Recuerda: No debe tomarse a la ligera. Si persisten los síntomas, es importante buscar atención médica para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.