¿Qué es el slime?
El slime es una masa, generalmente viscosa y un poco pegajosa. Los niños juegan con ella a estirarla, darle forma, romperla y unirla. Es parecida a una plastilina pero más viscosa y estirable.
Es un juguete con el que se puede trabajar muy bien la motricidad fina. También sirve como desestresante para los adultos, puede ayudar a liberar la tensión al estirarlo, golpearlo, aplastarlo, deformarlo, etc.
El contacto con este tipo de productos suele provocar una reacción conocida como respuesta sensorial meridiana autónoma. Es decir, un método de relajación sensorial. ¿Sabías que la masa de Play-Doh se creo para limpiar el papel tapiz? Conoce cómo se convirtió en un juguete tan popular.
De qué está hecho el slime
Este juguete comenzó a fabricarse de manera industrial en 1976 por la empresa Mattel. Aunque existen diferentes formas de prepararlo, la mayoría está hecho de pegamento, colorante, detergente, almidón de maíz y agua, algunos suelen añadirle aromatizante.
Después de que se pusiera de moda en las redes sociales, aparecieron miles de tutoriales en YouTube que mostraban cómo hacer slime, los productos utilizados son extremadamente variados y, algunos, tiene niveles de peligrosidad muy elevados por el riesgo de provocar quemaduras en la piel o si son ingeridos, causando problemas gastrointestinales.
Y es que uno de los elementos que más se empezó a utilizar en su elaboración fue el bórax, un compuesto que se usar para hacer detergentes y pesticidas y que después de ser denunciado en las redes aparecieron fórmulas para hacer el slime con elementos que no implicaran algún riesgo.
El slime es una sustancia muy fácil de preparar y relativamente barato, pues se utilizan pocos ingredientes que usualmente tienes en casa o que puedes comprar en cualquier papelería o la tiendita de la esquina.
En Internet no existe una sola receta de slime, y son muchas las fórmulas de hacerlo, te dejamos esta opción que no contiene algún ingrediente que pueda dañarte a ti o a tus hijos.
Recuerda que este tipo de juguete, por muy insignificante que se vea, ayuda a los niños a adquirir agilidad y destreza con sus dedos, a mejorar la motricidad fina y estimular la imaginación y la creatividad.
Fuentes: La Vanguardia, Milenio y Ali Juguetes
