¿Qué es la plataforma continental? Los bordes de algunas tierras emergidas, como las islas volcánicas, se hunden abruptamente en las profundidades del mar. Pero los continentes, en su mayor parte, se extienden bajo el...
¿Qué es la plataforma continental?
Los bordes de algunas tierras emergidas, como las islas volcánicas, se hunden abruptamente en las profundidades del mar. Pero los continentes, en su mayor parte, se extienden bajo el mar en suaves declives o plataformas cubiertos por aguas relativamente poco profundas. Estas plataformas continentales suelen descender gradualmente hasta una profundidad de unos 200 metros por debajo del nivel del mar, y luego se hunden abruptamente hasta el fondo oceánico. (La marcada pendiente en que termina la plataforma se denomina talud continental.) En la mayoría de las costas, la plataforma mide unos 80 kilómetros de anchura, pero en algunos lugares es mucho más estrecha. En la costa norte de Siberia, por el contrarío, se extiende unos 1 300 kilómetros bajo el océano Artico. La mayor parte de la pesca comercial se obtiene en las ricas aguas que cubren las plataformas continentales, que, además, pueden contener minerales, petróleo y otros recursos naturales; por eso los países reclaman la propiedad de esta prolongación submarina de sus áreas territoriales.
¿Pueden excavar los ríos cañones submarinos?
Los fondos de las plataformas continentales están en muchos lugares hendidos por cañones más grandes incluso que el Gran Cañón del Colorado. Los que están en línea con las desembocaduras de los grandes ríos, puede que hayan sido excavados, al menos en parte, por esas corrientes en épocas en que el nivel del mar era más bajo que hoy. El cañón del Hudson, frente a la costa de América del Norte, se adentra profundamente en el mar, como lo hace el escarpado cauce del río Congo. Las aguas que hay sobre el cañón del Ganges se han granjeado el pintoresco nombre de Girón sin Fondo.
Pero otros cañones submarinos no están, ni mucho menos, cerca de la boca de ningún río. Parecen haber sido excavados por corrientes de turbulencia, grandes flujos de Iodo submarino. Al deslizarse por el talud continental, estas corrientes de agua cargada de arena y de fango han ido abriendo gradualmente grandes precipicios ocultos en las profundidades.
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