Sentir picazón constante en la cabeza, notar placas escamosas al peinarse o ver manchas rojas que se extienden más allá de la línea del cabello puede ser más que una simple molestia estética: puede tratarse de psoriasis del cuero cabelludo, una afección inflamatoria crónica que afecta a millones de personas. Aunque no es contagiosa, sí puede interferir con la calidad de vida, causando incomodidad física y emocional. Por suerte, hay maneras de controlarla eficazmente con tratamientos adecuados y hábitos saludables.
¿Qué es la psoriasis del cuero cabelludo?
La psoriasis es una enfermedad autoinmunitaria que provoca una renovación celular acelerada, lo que da lugar a placas gruesas, escamosas y rojizas. Cuando afecta el cuero cabelludo, puede variar desde una descamación leve similar a la caspa, hasta lesiones más severas que se extienden hacia la frente, cuello o incluso las orejas. La Dra. Rebecca Gaffney, dermatóloga del Hospital Brigham and Women’s y profesora de la Facultad de Medicina de Harvard, advierte que “la inflamación en esta zona puede ser especialmente molesta por la densidad de terminaciones nerviosas”.
Cómo diferenciarla de otras afecciones
La psoriasis del cuero cabelludo suele confundirse con otras afecciones dermatológicas como la caspa (dermatitis seborreica) o el eccema. A diferencia de estas, la psoriasis presenta escamas blancas plateadas bien definidas, mientras que la caspa es amarillenta y grasosa, y el eccema se manifiesta con enrojecimiento difuso y picazón intensa. Además, la psoriasis suele aparecer entre los 20 y los 60 años, mientras que el eccema frecuentemente comienza en la infancia.
Tratamientos médicos y de venta libre
El tratamiento depende de la gravedad y de la respuesta individual. Entre los más comunes están:
Corticosteroides tópicos como clobetasol y betametasona, que reducen la inflamación.
Análogos de la vitamina D como calcipotrieno, que disminuyen la proliferación celular.
Nuevos fármacos como roflumilast (Daliresp) y tapinarof (Vtama), que modulan la respuesta inmunitaria.
Terapias con luz UVB y láser excimer, que frenan la producción celular excesiva sin dañar la piel sana.
Biológicos e inmunomoduladores, como adalimumab (Humira), apremilast (Otezla) o deucravacitinib (Sotyktu), que actúan directamente sobre las vías inflamatorias del sistema inmunitario.
Champús y productos útiles
Champús con ingredientes como alquitrán de hulla, ácido salicílico, piritionato de zinc, sulfuro de selenio o aloe vera pueden aliviar los síntomas leves. La hidrocortisona y los suavizantes de sarro también son aliados útiles para combatir la picazón y la descamación.
Prevención y estilo de vida
El manejo de la psoriasis requiere constancia. Además del tratamiento tópico o sistémico, se recomienda:
Evitar el estrés, ya que puede ser un fuerte desencadenante.
No usar productos capilares irritantes como aerosoles con alcohol o tintes agresivos.
Mantener una dieta antiinflamatoria rica en omega-3 y antioxidantes.
No rascarse, ya que esto puede agravar la inflamación y provocar caída de cabello.
“La psoriasis es más que una enfermedad de la piel; puede estar asociada con problemas metabólicos y cardiovasculares, por eso es fundamental cuidar la salud general”, concluye la Dra. Gaffney.
Con un enfoque integral y asesoría médica, es posible vivir con psoriasis sin que esta domine la rutina diaria.
Con información de Harvard