Así que vas a caminando por tu casa a altas horas de la noche porque aún no puedes dormirte, cuando de repente un insecto extraño aparece por tu camino. Esto pudo provocarte algún grito por el susto y saliste corriendo hacia otro lugar de tu hogar. Esto seguramente fue provocado por la plaga conocida como pececillo de plata o pez plateado.
Los pececillos de plata (lepisma saccharina) son insectos antiguos de color gris brillante o plateado que se cree que son uno de los más antiguos del mundo. Son muy pequeños. suelen medir menos de 1 cm de largo, son criaturas sin alas que se mudan de piel a lo largo de su vida adulta.
Poseen dos grandes antenas en la cabeza y tres largas cerdas al final del abdomen. Tanto su color (gris metalizado) como sus movimientos (rápidos y escurridizos) le han valido al lepisma su apodo de “pececillos de plata”. También se les conoce como insectos de humedad o bichos del polvo.
El lepisma vive de 2 a 8 años, pero, al igual que otras plagas, puede entrar en estado de hibernación. El pececillo de plata maduran en 4 meses y mudan 8 veces a lo largo de su vida. Se reproducen con gran rapidez y facilidad. Se multiplican en condiciones ambientales propicias: calor (25º o 30º) y humedad. La hembra de lepisma puede llegar a poner 100 huevos, que serán colocados en lugares de difícil acceso (como las grietas).
El lepisma solo necesita dos cosas para vivir: humedad y oscuridad. Los pececillos de plata buscan las zonas del hogar capaces de proporcionarles esas condiciones de vida: cocinas, baños, sótanos, armarios, grietas en las paredes o muebles.
La capacidad para alimentarse de estos insectos es asombrosa. El almidón y la celulosa suelen ser parte habitual de su menú, si bien no le hacen ascos a otros polisacáridos, contenidos en adhesivos como la silicona.
El pececillo de plata suele anidar cerca de sus fuentes de alimentación. Comen de todo: papel viejo, azúcar, pelo, caspa, suciedad, insectos muertos, su propia piel mudada, restos de comida, tejidos (tanto orgánicos como artificiales).
La fragilidad propia de los lepismas les hace huir de la presencia humana. Así, la posibilidad de picadura de pececillos de plata es prácticamente nula. Tampoco es cierto que estos bichos de la humedad se metan en nuestros oídos mientras dormimos.
Si bien no entrañan un peligro directo para las personas, nadie quiere verlos correr por su casa. Sus grandes dotes reproductivas y su apariencia desagradable convierte a estos bichitos en unos indeseables gorrones domésticos.
El pececillo de plata es peligroso para nuestras posesiones. Contagian la comida que tocan y causan daños en todos los objetos que le sirven de alimento (papeles, telas, cuadros). Tu ropa, libros y documentos corren peligro si ellos aparecen en tu casa.
Para mantener tus pertenencias a salvo de estas criaturas, querrás limitar sus fuentes de alimentos manteniendo los productos secos en recipientes herméticos y aspirando el piso y la tapicería con regularidad.
Otras precauciones útiles incluyen asegurarse de que el exterior de tu casa y cualquier área abierta, como los espacios entre las paredes y los techos, estén enmasillados, bien pintados y sellados correctamente.
También existe una serie de trucos caseros que puedes poner en marcha contra estos los incómodos insectos para evitar que estén tan presentes en casa. Por esto también es importante que no mates los ciempiés de casa.
Es un repelente natural para muchos insectos, entre ellos los pececillos de plata. Bastará con aplicar unas gotas de aceite esencial de esta planta aromática en los sitios donde suelen aparecer. También es posible utilizar aceites cítricos, de naranja o limón por ejemplo, para ahuyentar a estos animalillos: disuelve unas gotas en agua y pulveriza la mezcla sobre el suelo del baño, los zóclos y los marcos de las puertas.
Es uno de los grandes repelentes que se utilizan contra los pececillos de plata. Puedes espolvorearla en aquellos lugares que frecuenten estos insectos o bien guardarla en rama en algunos rincones de la casa.
Es otro producto que los pececillos de plata odian, así que nada mejor que introducir virutas y hojas de cedro en pequeños saquitos repartidos por tu casa, sobre todo por aquellos lugares donde hayas visto más pececillos. Con este truco, además de deshacerte de estos pequeños insectos, podrás perfumar la casa, puesto que las virutas de cedro desprenden un agradable y fresco aroma.
Tomado de rd.com What Is a Silverfish? y con información de Insades
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