¿Qué hábitos aceleran el envejecimiento y cuáles no a partir de los 50?

Uno de los hábitos que se deben evitar es comer mal, especialmente a partir de los 50 años. Según un estudio de 2021, el metabolismo de una persona empieza a ralentizarse a partir de los 60 años. Esto significa que el cuerpo quema calorías de manera más lenta. Si se continúa comiendo lo mismo y haciendo el mismo ejercicio o menos, se terminará ganando peso. Hay que tener en cuenta que la comida basura está relacionada con un aumento del 14% en la mortalidad por todas las causas.

Fumar y beber

Fumar y beber son otros dos hábitos que aceleran el envejecimiento a esa edad. Un estudio de Nguyen explica que no haber fumado nunca puede reducir el riesgo de muerte en un 29%. Sin embargo, fumar acorta la vida de los hombres fumadores en unos 12 años y de las mujeres en 11 años, según la Asociación Estadounidense del Cáncer.

Un estudio también ha demostrado que fumar acelera el envejecimiento, ya que en una muestra de 500,000 personas se detectó que el tabaco acorta fragmentos de ADN que sirven para indicar la velocidad del envejecimiento.

Estrés

Vivir estresado muestra signos del paso del tiempo y puede potencialmente conducir a un mayor riesgo de enfermedades crónicas. Si se empieza a notar que una vida estresante afecta diariamente, será necesario cambiar los hábitos de sueño o alimentación, y salir a pasear por la naturaleza o meditar.

Aislamiento social

No socializar también puede suponer un problema. La socialización es fundamental para evitar el alzhéimer y mantener la memoria. El aislamiento social está vinculado a un incremento del 50% en el riesgo de desarrollar demencia, así como a un aumento en la probabilidad de sufrir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

¿Qué acciones nos rejuvenecen?

• Alimentación equilibrada: A medida que envejecemos, nuestro metabolismo se ralentiza. Optar por una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras nos ayuda a mantener un peso saludable y a prevenir enfermedades crónicas.
• Ejercicio regular: La actividad física es esencial para fortalecer los músculos, mejorar la salud cardiovascular y mantener la mente activa.
• Descanso reparador: Un sueño de calidad es fundamental para la regeneración celular y el buen funcionamiento de nuestro organismo.
• Revisiones médicas periódicas: Los chequeos regulares nos permiten detectar cualquier problema de salud a tiempo y tomar las medidas necesarias.