¿Qué hacer cuando a tu pareja no le interesa la Copa del Mundo?
Es sano que cada uno tenga su espacio y tiempo, no hay que malinterpretar y olvidar a nuestra pareja, eso podría provocar peleas y discusiones.
A nadie le enseñan cómo se debe de manejar una relación sentimental con su pareja. Hay una infinidad de cosas que se va aprendiendo conforme uno crece y entabla relaciones (de todo tipo) con diferentes personas, y entre estas se encuentra aprender a compartir los intereses que cada uno pueda tener.
Si bien es sano que cada uno tenga su espacio y tiempo, no hay que malinterpretar y olvidar a nuestra pareja, ya que poner más distancia de la saludable muy seguramente traerá peleas y discusiones que pueden contribuir a una separación.
Según la reconocida firma de abogados Slater & Gordon, una pareja pasa, en promedio, 24 meses y 12 días pensando en tomar la dura decisión de pedir un divorcio. Esta decisión se debe normalmente a muchos factores, pero lo que esta cifra nos demuestra es que hay bastante tiempo antes de llegar a esa decisión, por lo tanto, suficiente tiempo para tratar de arreglar las cosas.
Con la llegada del Mundial en Rusia, llega también el eterno (e incorrecto) estereotipo de que solamente los hombres pueden disfrutar del fútbol y sus parejas pueden buscar hacer otra cosa o, en ya en última instancia, esperar a que su pareja se “desocupe”.
Es incorrecto pensar que las mujeres no saben de fútbol o no lo pueden disfrutar de igual manera que los hombres. Pero, asumiendo que una pareja no comparta la misma pasión futbolera, existen formas de disfrutar el mundial y no descuidar la relación.
De acuerdo con Ariadna Pulido, psicóloga de la plataforma Doctoralia, lo más importante en este caso (y fundamental en cualquier relación) es la comunicación. Si la otra persona no sabe tu sentir, es mucho más difícil poder llegar a una solución.
Hay algunas recomendaciones que Ariadna Pulido sugiere:
Lo importante, de acuerdo con la especialista, es que en ningún momento tengas que renunciar a ti mismo/misma o acceder a hacer cosas que no te gustan o con las que no te sientas a gusto.
De igual manera, hay que estar atentos para darnos cuenta a tiempo si es que somos nosotros los que estamos haciendo sentir así a la otra persona ya que en algún momento habrá un punto de quiebre y es así como muchas relaciones acaban.