Qué hacer si alguien se desmaya
Sea cual sea la causa del desvanecimiento, si de pronto notas a alguien sudoroso o con la mirada perdida, sugiérele que se siente y lleve el torso a las rodillas.
Sea cual sea la causa del desvanecimiento, si de pronto notas a alguien sudoroso o con la mirada perdida, sugiérele que se siente y lleve el torso a las rodillas, de modo que la cabeza quede por debajo del pecho.
En caso de que no tenga reparo, lo mejor es que permanezca recostado. Si empieza a desplomarse, sostenlo para que no se golpee al caer.
No intentes mantenerlo en pie; solo estarías dificultando el flujo de la sangre al cerebro. Una vez que la cabeza haya quedado a la altura o por debajo del corazón, la víctima volverá en sí; quizá esté aturdida.
Haz que conserve esa postura varios minutos hasta que los síntomas atenúen. Si tienes un esfigmomanómetro, revisa su pulso y presión arterial. Asegúrate de que los valores hayan vuelto a la normalidad antes de que el afectado se levante.
Pídele que siga sentado un momento. Si los síntomas desaparecieron, permítele intentar incorporarse lentamente.
Si hay riesgo de recaer, ayuda a la persona a agacharse; espera a que pase el malestar e intenten de nuevo.
Si la persona logra sentarse un instante y ponerse de pie poco después, el problema podría ser de origen vasovagal (atribuible a una baja temporal de la presión arterial), sobre todo en presencia de detonantes específicos, como un susto o el haber visto sangre.
Si no tienes la certeza de que este sea el caso, solicita una ambulancia o llama al médico.
La causa del colapso suele ser obvia: una hemorragia profusa o deshidratación por vómito excesivo. Pero, a veces, hay focos rojos que alertan de un peligro inminente. Esos casos requieren atención especializada.
Por ejemplo: aparición repentina de palpitaciones cardiacas; desmayos al hacer ejercicio, jaquecas, fuertes dolores de espalda o estómago y visión doble.