¿Qué sucede cuando el sistema inmunológico falla?
Las deficiencias del sistema inmunológico son muy graves. Una de ellas, la inmunodeficiencia congénita, se presenta en los niños.
Las deficiencias del sistema inmunológico son muy graves. Una de ellas, la inmunodeficiencia congénita, se presenta en los niños cuya médula ósea es incapaz de producir los glóbulos blancos especializados que son esenciales en este sistema.
Los pequeños quedan entonces desvalidos para luchar contra las enfermedades y generalmente mueren poco después de nacer, víctimas de cualquier infección.
El síndrome de inmunodeficiencia adquirida o SIDA se desarrolla en personas sanas después de infectarse con un virus que destruye determinado tipo de glóbulos blancos.
En estas condiciones mueren a consecuencia de las más diversas enfermedades, sobre todo de infecciones y de cáncer del sistema linfático.
La autoinmunidad es una alteración del sistema inmunológico que le hace confundir sus propias células con antígenos extraños y, por lo tanto, producir anticuerpos que atacan y destruyen tejidos sanos de su mismo cuerpo.
Hay suficientes pruebas para suponer que la artritis reumatoide, la esclerosis múltiple y cierto tipo de hipertiroidismo pueden ser atribuibles a una anomalía del sistema inmunológico.
Al timo se debe el desarrollo del sistema inmunológico. Es una glándula bilobular que se encuentra por detrás del esternón.
Como se ve aquí, en la infancia está bien desarrollado, pero entre los ocho y los diez años comienza a atrofiarse y en los adultos queda reducido al tamaño de un pulgar.
En los niños el timo produce linfocitos que están codificados para reconocer y proteger los tejidos propios, y a la vez desencadenar un ataque contra cualquier forma extraña. Más tarde, la formación de linfocitos corre a cargo de los ganglios linfáticos, la médula ósea y el bazo.