El hígado es un órgano vital, silencioso y resistente, pero no invencible. Está situado en la parte superior derecha del abdomen y cumple funciones esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo. Entre sus tareas...
El hígado es un órgano vital, silencioso y resistente, pero no invencible. Está situado en la parte superior derecha del abdomen y cumple funciones esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo. Entre sus tareas más importantes están filtrar toxinas, procesar los nutrientes que ingerimos y metabolizar sustancias como el alcohol y los medicamentos.
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A pesar de su capacidad de regeneración, el hígado puede deteriorarse silenciosamente por años sin dar señales claras. El consumo excesivo de alcohol, una alimentación rica en grasas y azúcares, el sobrepeso y el sedentarismo son factores que lo dañan progresivamente, favoreciendo el desarrollo de enfermedades hepáticas como la esteatosis hepática (hígado graso), hepatitis o incluso cirrosis.
En los últimos años, especialistas en salud han alertado sobre el aumento de enfermedades hepáticas a nivel global, muchas de ellas prevenibles. En México, por ejemplo, se estima que alrededor del 49.6% de la población adulta la padece, según un estudio reciente de medix.com.mx, una condición relacionada con el síndrome metabólico.
Este tipo de padecimientos no solo representan un riesgo para quienes los desarrollan, sino que también tienen consecuencias en el sistema de salud, especialmente en el ámbito de los trasplantes. Cada vez es más difícil encontrar hígados en condiciones óptimas para salvar vidas debido al aumento de enfermedades hepáticas crónicas.
Afortunadamente, muchas de estas enfermedades se pueden prevenir o revertir si se detectan a tiempo y se adoptan cambios en el estilo de vida:
Lleva una alimentación balanceada, rica en frutas, verduras, legumbres y granos integrales.
Evita el exceso de alcohol y de alimentos ultraprocesados.
Haz ejercicio de forma regular.
No te automediques: algunos medicamentos pueden dañar el hígado si se consumen sin supervisión.
Vacúnate contra la hepatitis A y B, especialmente si estás en un grupo de riesgo.
Hazte chequeos médicos regulares, especialmente si tienes factores de riesgo como obesidad, diabetes o antecedentes familiares.
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Responde las siguientes preguntas y pon a prueba tus conocimientos:
a) Filtrar toxinas
b) Producir insulina
c) Almacenar energía en forma de glucógeno
d) Metabolizar medicamentos
a) Comer frutas y verduras diariamente
b) Hacer ejercicio regularmente
c) Tomar alcohol en exceso
d) Dormir bien por las noches
a) Una enfermedad causada por virus
b) Una condición hereditaria
c) Acumulación de grasa en el hígado sin consumir alcohol
d) Daño hepático causado por medicamentos
a) Dolor de cabeza
b) Color amarillento en la piel y ojos (ictericia)
c) Dolor de garganta
d) Aumento del apetito
a) Sí, completamente y sin ayuda
b) No, es un mito
c) Sí, pero solo si el daño no es severo y se eliminan los factores de riesgo
d) Solo con medicamentos
a) Cada 10 años
b) Solo si tienes síntomas
c) Una vez al mes
d) Según indicación médica, pero al menos una vez al año si tienes factores de riesgo
Respuestas correctas:
b
c
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b
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d
¿Cómo te fue?
5-6 respuestas correctas: ¡Felicidades! Sabes mucho sobre tu hígado. Sigue cuidándote y comparte esta información.
3-4 respuestas correctas: Tienes una buena base, pero puedes mejorar tus hábitos y conocimientos.
0-2 respuestas correctas: Es hora de prestar más atención a tu salud hepática. ¡Nunca es tarde para empezar!
¡Así que, a cuidar tu hígado!
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