¿Quién vive en el océano?
¿Quién vive en el océano? En el océano pululan toda clase de animales: grandes bancos de peces, ballenas y delfines, calamares gigantes, tortugas de mar viajeras, focas y multitud de otros seres. Pero los...
¿Quién vive en el océano?
En el océano pululan toda clase de animales: grandes bancos de peces, ballenas y delfines, calamares gigantes, tortugas de mar viajeras, focas y multitud de otros seres. Pero los más abundantes de todos son los que forman el plancton: las incontables multitudes de diminutos seres que apenas nadan o flotan pasivamente en las capas superficiales del mar dejándose arrastrar por las corrientes.
El plancton está constituido por plantas y animales, la mayoría de ellos de tamaño microscópico. En una muestra tomada con una red finísima encontraremos gran cantidad de diatomeas y otras algas unicelulares junto con una enorme variedad de pequeños animales que se alimentan de esas plantas o de otros animales planctónicos. Entre ellos hallaremos diminutos copépodos, muy parecidos a los camarones, pero cuyo tamaño no sobrepasa el de un grano de arroz. También habrá huevos y larvas flotantes de peces y calamares, y no faltarán predadores como la saeta o sagita, animal transparente que resultaría invisible en el agua si no fuera por sus pequeñas y oscuras manchas oculares.
¿Cómo se forman las islas?
Las islas se clasifican en dos categorías fundamentales. Las islas continentales, como Gran Bretaña y Japón, son fragmentos separados de un continente por lentos fenómenos geológicos. Las islas oceánicas, por el contrarío, se levantan directamente del fondo del mar y la mayoría, como Islandia y Tahití, son consecuencia de la actividad volcánica. También participan en su consolidación organismos vivientes. El coral forma la periferia de muchas islas volcánicas y a veces crece en bajíos donde constituye islas enteras, como las Bahamas. Los mangles son otros constructores de islas; en aguas poco profundas sus raíces elevadas pueden retener suficiente material de aluvión para formar tierras emergidas.
Los porqués de la naturaleza