Quieren eliminar el ‘Horario de Verano’, ¿ayudaría a nuestra salud?
Desde 1996 cada año México vive un par de cambios de horario. Esto ha causado opiniones encontradas debido a las posibles repercusiones en la salud y en los patrones del sueño.
Desde 1996 cada año México vive un par de cambios de horario: el de invierno y el de verano. Esto ha causado opiniones encontradas debido a las posibles repercusiones en la salud y, sobre todo, en los patrones del sueño.
Esta medida que se aplica en México con excepción en los estados de Sonora y Quintana Roo, inicia el primer domingo de abril y concluye el último domingo de octubre, periodo en el que se registra una mayor insolación en el país, por lo que, al adelantar una hora el reloj, se reduce el consumo de energía diario durante este periodo de máxima demanda de electricidad.
Ayer Félix Salgado Macedonio, senador del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), presentó ante el pleno del Senado una iniciativa de decreto que pondría fin al ‘Horario de Verano’. Si la iniciativa se aprueba se emplearía hasta 2020, pues esta normativa tendría vigencia de un año después de la aprobación del decreto.
El legislador estuvo respaldado por otros 12 senadores y argumentó que la iniciativa causa “daño moral y físico moral a nuestros niños”. A decir de Salgado Macedonio el ‘Horario de Verano’ inició durante el sexenio de Ernesto Zedillo con el único propósito de seguir la moda de Estados Unidos.
Ulises Jiménez Correa, responsable de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina de la UNAM, explicó que las principales repercusiones con el ‘Horario de Verano’, según reportes, son síntomas de mala calidad del sueño, somnolencia y cansancio, pero cabe aclarar que esto se ha observado principalmente en pacientes con trastornos del sueño, como quienes sufren de insomnio, trabajan de noche o tienen rotación de turnos.
Con cada cambio de horario (verano o invierno) las personas pueden experimentar dificultades en su adaptación. “Todos reaccionamos de diferente forma, dependiendo de las características de cada uno”, explicó Raúl Aguilar Roblero, investigador del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM.
Esto se debe a que todos los seres vivos tienen un reloj circadiano ubicado en el hipotálamo del cerebro, que se encarga de coordinar a todo el organismo. Este reloj usa dos señales muy importantes para sincronizarse: la luz del Sol y el horario de alimentación.
Este fenómeno permite que todas las funciones ocurran en el momento adecuado del día para que el cuerpo funcione armónicamente, dijo el académico universitario.
“Y así como tenemos un color de ojos, cabello y piel, también estamos codificados en nuestros genes como personas nocturnas o matutinas”.
Aguilar Roblero refirió que para algunas personas es fácil levantarse al amanecer, pero deben acostarse temprano. Por el contrario, existe gente nocturna que duerme hasta tarde y no se levanta de madrugada.
Cada día, nos vamos a dormir a la misma hora del día y nos despertamos a la misma hora, esto pareciera un hábito, pero “en realidad es más que eso, porque está regulado por el reloj circadiano, por esta razón, es difícil para el organismo realizar el cambio de horario”, aseguró el investigador universitario.
Ahora bien, este cambio afecta al organismo, pero no causa un gran daño. “Sentimos que nuestro cuerpo protesta por lo que está pasando, pero no nos va a enfermar, finalmente nos adaptamos”.
Para Aguilar Roblero el organismo puede adaptarse en un lapso que va de tres días hasta la semana completa, y depende de si la persona es matutina o nocturna. “Para algunos será más fácil el horario de verano y para otros el de invierno”.
¿Qué podemos hacer para adaptarnos mejor? Aguilar Roblero recomendó cambiar el horario de alimentación días antes para que el reloj circadiano capte estas señales y le sea más fácil la transición.
Asimismo, acotó que antes de dormir no se utilicen dispositivos con pantallas luminosas como computadoras, tabletas y celulares, porque esta luz manda señales al organismo para seguir despiertos. Lo ideal para descansar es quedarse completamente a oscuras, esto ayuda al organismo a entender que es hora de dormir.
Finalmente, aconsejó no ejercitarse antes de dormir porque pasarán al menos dos horas para que el organismo llegue al sueño.
Desde el punto de vista energético, el ‘Horario de Verano’ en México sí ha generado beneficios porque se ahorra, en promedio, uno por ciento de la energía que consume nuestro país cada año, afirmó Manuel Martínez Fernández, del Centro de Investigación en Energía (CIE) de la UNAM.
Algunos consideran que es poca, pero cualquier cantidad es bienvenida, porque equivaldría a la energía que consume Tlaxcala, detalló.
Estudios del Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica, con la participación de la Comisión Federal de Electricidad y del Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias revelan que la aplicación del Horario de Verano en el 2017 se generó un ahorro en consumo de 885.70 gigawatts hora (GWh), equivalente al consumo de 7.78 millones de lámparas fluorescentes encendidas durante un año las 24 horas del día.
Asimismo, el ahorro de energía obtenido en el HV 2017 sería suficiente para abastecer el consumo de 571 mil casas habitación durante todo un año, con un consumo promedio de 258 kilowatt hora al bimestre (kWh/bimestre).
Finalmente, con el ‘Horario de Verano’ 2017, se evitó el consumo de energía primaria equivalente a 1.13 millones de barriles de petróleo.
Fuente: Dirección General de Comunicación Social de la UNAM.