Durante años, las abdominales fueron el ejercicio clásico para lograr un abdomen firme. Sin embargo, investigaciones recientes —como las publicadas por Harvard Health Publishing— señalan que existen alternativas más efectivas y seguras para fortalecer el core. Uno de los ejercicios más recomendados hoy en día son las planchas, que trabajan múltiples músculos al mismo tiempo, sin poner en riesgo tu espalda y te dan un core más fuerte.
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Las planchas entrenan esa función global, lo cual se traduce en mejor postura, equilibrio y prevención de caídas, especialmente a medida que envejecemos.
Olvídate de las abdominales tradicionales: si lo que buscas es estabilidad, fuerza funcional y menos dolor, las planchas podrían ser tu mejor aliada.
¿Por qué las planchas son mejores que las abdominales?
1. Protegen tu espalda baja
Las abdominales tradicionales curvan la columna vertebral contra el suelo, lo que puede aumentar la presión en la zona lumbar. También activan en exceso los flexores de la cadera —músculos que van de los muslos a las vértebras lumbares—, lo cual puede causar tensión y dolor en la espalda baja. Las planchas, en cambio, mantienen la espalda en posición neutra y fortalecen el abdomen sin dañar la columna.
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2. Fortalecen más músculos
Mientras que las abdominales trabajan principalmente el recto abdominal (la parte frontal del abdomen), las planchas activan una red muscular más amplia:
- Transverso abdominal
- Oblicuos
- Glúteos
- Espalda baja
- Hombros y pecho
Esto significa que fortalecen tanto el centro del cuerpo como su estabilidad general.
3. Mejoran la postura y el equilibrio
El core no solo es el abdomen: es el sistema muscular que estabiliza el torso y permite moverse con control y fuerza. Las planchas entrenan esa función global, lo cual se traduce en mejor postura, equilibrio y prevención de caídas, especialmente a medida que envejecemos.
4. Imitan los movimientos del día a día
Harvard señala que los mejores ejercicios del core son aquellos que entrenan patrones de movimiento funcionales, no músculos aislados. Acciones como girar, levantarse de la cama, agacharse o cargar peso requieren estabilidad de todo el core, no solo fuerza en los abdominales. Las planchas y sus variantes simulan ese trabajo dinámico.
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5. Son versátiles y progresivas
Desde la plancha básica sobre los antebrazos hasta variantes más desafiantes como las planchas laterales, con elevación de piernas o dinámicas (como las “plank jacks”), hay opciones para todos los niveles. Y lo mejor: ¡no necesitas equipo especial!
Las planchas activan más músculos, sin lastimar tu espalda.
¿Cómo hacer una plancha correctamente?
Colócate boca abajo, apoyando los antebrazos y las puntas de los pies.
Activa el abdomen, glúteos y piernas. La espalda debe estar recta, sin arquearse.
Mira hacia el suelo para mantener el cuello alineado.
Mantén la posición al menos 20 a 30 segundos e incrementa con el tiempo.
Evita errores como dejar caer la cadera, levantar demasiado los glúteos o aguantar la respiración.
Conclusión
Fortalecer el core no se trata solo de lucir abdominales marcados, sino de construir una base sólida que te ayude a moverte mejor, prevenir lesiones y vivir con más estabilidad y energía. Las planchas son una forma segura, efectiva y respaldada por la ciencia para lograrlo.
Haz el cambio: dile adiós a las abdominales clásicas y dale la bienvenida a una rutina más inteligente y funcional.